La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha publicado un artículo acerca de las ventajas y desventajas de las freidoras de aire. Este pequeño electrodoméstico que está tan de moda y que se ha colado en prácticamente todas sus cocinas, tiene sus luces y sus sombras.
Ventajas y desventajas de las freidoras de aire
Comenzamos con las “malas noticias”, los puntos en los que la OCU indica que que estas freidoras de aire podrían mejorar. El primero de ellos es que la textura de los alimentos no es igual a cuando los freimos de manera tradicional. Y esto es lógico, claro, porque al final el proceso de preparación de nuestros alimentos ha cambiado. Además, también es un proceso algo más lento, por ejemplo, para las patatas vamos a necesitar más de veinte minutos. Y también hablando de tiempos, podemos tener limitaciones de capacidad y tener que cocinar por tandas, lo que al final nos ralentiza mucho.
Ahora sí, vamos a la parte positiva. Según la OCU, gracias a estos pequeños electrodomésticos podremos cocinar con menos grasas y menos calorías, además de ser una buena solución para los alimentos prefritos congelados. Aunque no dejan de ser precocinados, se pueden minimizar sus efectos negativos. Y, por último, es muy fácil de limpiar y el gasto energético es menor que si usamos el horno o la placa de inducción.
Porcentaje de grasas por alimentos
Además, la OCU ha realizado un estudio sobre el porcentaje de grasa que suman los alimentos según el método de cocinado. Por ejemplo, las patatas hechas en freidora de aire tienen apenas un 1,9% de grasas, mientras que en una freidora tradicional el porcentaje ascendería a 6,2%. Por su parte, el calabacín nos da unos resultados similares, con un 1,3% respecto al 5%. El pollo sin empanar tiene una distancia menor: 2,9% respecto al 3,8% de las freidoras clásicas.
Vía | OCU