A la hora de reformar nuestro hogar hay muchas cosas que debemos tener en cuenta. No solo hay que atender a nuestras necesidades o gustos, también deberíamos buscar las medidas oportunas para mejorar la eficiencia energética de un inmueble. Y para ayudarte a comprender mejor cómo puedes hacerlo, a continuación te dejamos algunos datos básicos que afectan directamente a tu bolsillo, para que empieces a conocer más y mejor este mundillo: el precio certificado energético, las ayudas a las que puedes optar, cómo ahorrar energía, etc.
Qué es el certificado energético y cuánto cuesta
Con un buen planteamiento, podríamos tener una vivienda más eficiente, lo que se traduce en un menor coste para el planeta, pero también para nuestro bolsillo. Si quieres acercarte más a este concepto de vivienda del futuro que, además, es tan importante como sociedad, lo primero que tienes que tener en cuenta es el certificado de eficiencia energética.
Se trata de un documento oficial, redactado por un técnico, con el que se califica a un inmueble en términos de energía calculando cuál será su consumo anual necesario. Aquí se tienen en cuenta variables como la iluminación, la ventilación, la refrigeración, la calefacción, el agua… Es decir, todas esas variables que dependerían de la generación de energía.
En cuanto a su precio, tienes que saber que no existe un precio fijo marcado por ley, cada profesional puede establecer sus tarifas. Para que tengas una idea aproximada, se estima que de media el precio de este certificado es de 1,50 euros por metro cuadrado. Al ser una tarifa liberalizada, puedes consultar con varios profesionales para obtener el presupuesto que mejor se adapte a tus necesidades.
Asimismo, por mejorar la eficiencia energética de tu hogar tienes derecho a deducción en la renta fiscal (el Modelo 100 o Declaración de la Renta) de todas las cantidades que hayas abonado con este fin. Consulta con tu gestor o asesor para saber cómo incluir estas deduciones.
Algunos tips para reformar tu casa y mejorar su eficiencia energética
Aislamiento térmico: Es algo básico, que te va a permitir vivir con mejor calidad de vida, pero también dejar de depender tanto de climatización. Un buen aislamiento térmico te ayudará a usar menos la calefacción y el aire acondicionado. Las paredes de la fachada, la cubierta o el revestimiento interior son algunos puntos sobre los que actuar.
Sustituir ventanas: Actualmente existen las llamadas ventanas de alta eficiencia energética, que están confeccionados con materiales que impiden el paso del frío o el calor. Al mantenerse más apartado de las temperaturas exteriores, también se ayuda a mejorar el aislamiento térmico que ya hemos mencionado anteriormente.
Mejorar los sistema de climatización: Mantener en buen estado los sistemas de climatización de tu hogar, usar termostatos y sistemas inteligentes para controlarlos te ayudará a tener un hogar más eficiente.
Placas solares: Instalar placas solares es el mejor paso para mejorar sustancialmente la eficiencia energética de nuestro hogar. Incluso, puedes vender la energía que te sobre o almacenarla para futuros meses.
Aprovecha la iluminación natural: Cambiar la superficie de las ventanas o incluso la ubicación para que te dé una mejor iluminación natural es muy importante para lograr tu objetivo. Otro buen gesto es cambiar las bombillas tradicionales por opciones de bajo consumo, como los LED.
Al reformar tu hogar con enfoque en eficiencia energética, no solo mejoras su estética, sino también reduces el consumo, contribuyendo al medio ambiente y ahorrando en costos a largo plazo.