La decisión sobre qué colchón comprar y que te garantice un buen descanso es tan difícil como importante para tu vida diaria. ¿Hacerte con un modelo firme o blando? ¿Qué materiales son los mejores? ¿Me sentiré cómodo según mis gustos personales? Son solo algunas de las preguntas qué seguramente te harás realizado a la hora de elegir un colchón para el dolor de espalda.
Lógicamente no existe una respuesta correcta para todas las personas, ya que cada uno tiene sus propias particularidades a la hora de descansar y de nada te servirá un colchón en el que te sientas incomodo durante toda la noche y no logres conciliar el sueño. Sin embargo, si ya estás teniendo dolores y molestias lumbares, hay algunas recomendaciones que deberías considerar para que no se intensifiquen.
Ten en cuenta la firmeza del colchón
Históricamente hemos escuchado las ideas de vendedores de colchones sobre que mientras más firme sea el mismo te será más útil para dejar atrás los dolores de espalda. Si bien es cierto que la lógica indica que mientras más pesado sea tu cuerpo necesitarás una estructura más firme para asegurarte un mejor apoyo, en la práctica no es 100% cierto.
Y es que si el colchón un demasiado firme evitará que todas las partes de tu cuerpo entren en completo contacto con él, generándote así una mayor presión sobre zonas como los hombros y las caderas. En caso contrario, si la superficie es muy blanda sentirás como te hundes poco a poco, evitando que tu cuerpo se pueda mover libremente durante la sesión de sueño (y probablemente te hará más calor en noches de verano).
¿Entonces cuál es la firmeza a recomendar? Uno de los estudios más reconocidos al respecto de esta polémica se publicó en 2003 por The Lancet y fue realizado en base al descanso de 313 adultos, concluyendo que aquellos que lo hacían sobre un colchón de firmeza media tenían menos probabilidades de sufrir dolor de espalda en la cama, obteniendo mejores resultados que aquellas personas que lo hicieron sobre un colchón firme.
Materiales en un colchón para el dolor de espalda
No solo se trata de qué tan firme lo sientas al posarte sobre el colchón sino también los materiales con los que han sido confeccionados. En la actualidad hay varias opciones en tiendas como dormity.com que poco a poco van perfeccionando sus métodos de fabricación, siendo por ejemplo la viscoelástica una de las más populares.
Algunos estudios como es el caso del Centro de Investigación de la Espalda en Dinamarca realizado durante 2008 compararon la aparición de dolores según el descanso en cama de agua, espuma viscoelástica o un colchón duro. Los resultados dejaron en claro que las dos primeras opciones son mejores, aunque sin diferencias en eficiencia entre ellas.
En el caso de la viscoelástica se trata de un material con “memoria”, ya que puede adaptar su forma a las características de tu propio cuerpo pero luego retomar su forma original, mientras que un colchón de agua probablemente sea más difícil de acostumbrarse al sentir un movimiento constante en su superficie.
Para concluir, no te olvides que la causa de tus dolencias no solo puede tratarse por la necesidad de cambiar tu colchón sino también su almohada, ya que ayuda a conseguirte un mejor alineamiento de tu columna durante el sueño. Y tú ¿ya decidiste qué tipo de colchón para el dolor de espalda prefieres?