Soy la primera a la que el concepto de hogar conectado le encanta. Estoy enamorada de los electrodomésticos con WiFi, los asistentes virtuales, los sistemas de iluminación más modernos y las cámaras de vigilancia que me permiten saber qué está pasando en mi casa en todo momento. Pero debo reconocer que todavía hay ciertos gadgets que me resisto a introducir en mi hogar. No me dan buena espina, quizá peco de desconfiada, pero, a la vista de las últimas noticias y la trayectoria que están llevando, creo que todavía queda mucho camino por andar. Las vulnerabilidades en vigilabebés me ponen los pelos de punta. Creo que no hace falta explicar los motivos.
Ojo, no quiero decir que sea un producto a desterrar. Todo lo contrario. Me parecen ideales, tienen una funcionalidad fantástica y nos pueden ayudar muchísimo en nuestro día a día. Pero también debemos ser conscientes de los peligros que pueden entrañar y sobre todo tomar las medidas necesarias para evitar que esto suceda.
¿Estás pensando en comprar un vigilabebés o una cámara de seguridad? Adelante. Por favor, no me malinterpretes. Siempre estaré a favor del avance y la innovación. La tecnología tiene muchas luces, pero también algunas sombras y, en cierto modo, está en nuestra mano conocerlas y lidiar contra ellas.
Vivimos con una cámara apuntándonos 24/7
Circula un meme por internet que me hace mucha gracia porque refleja totalmente la realidad de cómo nos relacionamos con la ciberseguridad en nuestros días. En él, se ven dos imágenes, en una sale un ordenador portátil con la webcam tapada con una pegatina y en la otra un smartphone con la cámara selfie descubierta. Da que pensar. Nos preocupamos de tapar bien la cámara de nuestro ordenador, pero tenemos prácticamente todo el día la cámara frontal del móvil apuntando a nuestra cara. Lo dejamos encima de la mesa cuando estamos teniendo una conversación importante, ya sea contando nuestros secretos a un amigo o analizando información confidencial de nuestro trabajo. Incluso, nos lo llevamos a nuestros momentos más íntimos. Podemos olvidarnos de reponer el papel higiénico, pero nunca de entrar al baño con el móvil.
Nos preocupamos más bien poco por nuestra seguridad digital. Y es cierto que es un tema difícil de comprender, que nos puede llegar a abrumar en algún momento. Incluso, podemos pensar aquello de “quién va a querer espiarme a mí”.
Seguramente muchos de vosotros no estéis de acuerdo conmigo y lo comprendo. Yo misma, por pereza muchas veces, por desconocimiento por otra, no vivo una vida 100% segura. Y creo que ninguno de nosotros lo hace. O te desconectas del todo (cosa que a estas alturas sería un precio demasiado alto a pagar y, sinceramente, yo no estoy por la labor) o tienes que asumir que en nuestro día a día vamos saltando de vulnerabilidad en vulnerabilidad y tiro porque me toca.
Hi, baby… ¿Quién está detrás de esa cámara que has metido en casa?
Cuando George Orwell escribió sobre el Gran Hermano en 1984 creo que se refería a esto. Todos tenemos una cámara en casa y la hemos metido por voluntad propia. El móvil, principalmente, pero también el ordenador, la televisión, incluso algunos hornos. Más evidente son las cámaras de seguridad o los vigilabebés. Son dos tipos de productos que me parecen súper útiles y que personalmente me encantan.
Pero también tienen sus riesgos y peligros. No se trata de eliminarlas del hogar, más bien de hacer un poco de pensamiento crítico y plantearnos quién o qué está detrás de esas cámaras. ¿Qué tipo de encriptado utilizan? ¿Se conectan a internet? ¿Dónde se almacenan nuestras grabaciones? ¿Tienen parches de seguridad actualizados? Son preguntas que todos deberíamos hacernos antes de comprar un modelo u otro.
Vulnerabilidades en vigilabebés, un tema controvertido que ha hecho saltar las alarmas
A grandes rasgos, si no sabes como funciona un vigilabebés, te puedo apuntar que es una cámara IP conectada a tu móvil mediante WiFi. Esta conexión inalámbrica, aunque cada vez es más segura y tenemos en nuestras manos más herramientas para blindarla, puede ser una puerta de acceso para los hackers o entrometidos. El término de cámara IP hace referencia precisamente a su conexión a internet.
Desgraciadamente, ya existen casos de vigilabebés que han sido hackeados. Incluso, testimonios de los usuarios que lo han sufrido y que narran cómo la cámara se movía sola para enfocar dónde ella quería o que una voz se comunicaba con el menor. Muy grave.
Por ejemplo, recientemente Bitdefender, compañía de seguridad informática, publicó un informe sobre un caso de estudio relacionado con esto. En este informe, demostraron las vulnerabilidades en vigilabebés de la marca iBaby Monitor, que presentaron fallos de seguridad como el acceso de contenido de la familia o la posibilidad de tomar el control remoto de la cámara.
No han sido los únicos. Las cámara de seguridad de Ring, por poner otro ejemplo sobre la mesa, también sufrieron ransonware por parte de un grupo de ciberdelicuentes, que pidió un “rescate” a cambio de no publicar información e imágenes comprometedoras de los usuarios.
Otro ejemplo es el que ha difundido ESET, compañía de software especializada en ciberseguridad, quien ha publicado cómo un grupo de ciberdelicuentes podrían haber comprometido más de 50.000 cámaras domésticas. Algunas de estas imágenes han acabado en internet, mientras que otras se han ofrecido a voyeurs y otros amantes de la vida ajena, con un acceso de por vida valorado en 150 euros. Ese es el precio de tu intimidad.
Igualmente, hace poco también ha habido polémica con algunos problemas con Philips Avent, pero en este caso por un tema diferente. Su retirada del mercado no se ha debido a una vulnerabilidad en vigilabebés de esta marca, si no que ha estado provocada por el incendio de algunos de estos dispositivos. El problema se localizó en el sobrecalentamiento de las baterías de algunos de los modelos de esta marca.
Que no cunda el pánico: las vulnerabilidades en vigilabebés y cámaras domésticas no son lo habitual
Esto no significa que tengas que ir corriendo a la habitación de tu bebé y tirar a la basura el monitor de vigilancia que tiene frente a su cuna. Lo normal es que no pase nada, estos son casos aislados y de nada siempre entrar en modo paranoia. Mi objetivo con este artículo es que tomes conciencia de los posibles peligros que existen al otro lado de la cámara y que protejas la seguridad de tu hogar todo lo que esté en tu mano.
De hecho, en nuestro país tenemos la ciberseguridad como una de las mayores asignaturas pendientes. Actualmente, España es el tercer país más hackeado del mundo (solo detrás de Estados Unidos y Rusia, menudo podio). Para descargarnos de algo de responsabilidad, te podemos apuntar que a nivel global el número de ataques a la seguridad online ha aumentado más del doble respecto al mismo período de 2022. Suspenso general.
¿Podemos hacer algo para evitar las vulnerabilidades en vigilabebés y otras cámaras del hogar?
Hoy en día, los fabricantes cada vez desarrollan cámaras más avanzadas, con más funcionalidades, como visión nocturna, micrófono y altavoz de doble sentido, registro de grabaciones en la nube con acceso a un historial prolongado en el tiempo, seguimiento de personas… Todo esto es un avance lógico que, personalmente, me encanta. Son virguerías que nos pueden dar mucha utilidad en el día a día, tanto si pasa algo en casa como si solo queremos quedarnos tranquilos de que todo está bien.
Estas cámaras domésticas son una compra excelente, pero antes de enchufarlas y ponerlas a funcionar te recomiendo que sigas estos consejos para blindar al máximo tu seguridad. Igual que cierras con llave la puerta de tu casa o no se te ocurriría llevar la mochila abierta por la calle, también es importante que empecemos a concienciarnos de la importancia de proteger nuestra ciberseguridad.
Escoge bien tus compras:
El primer paso para proteger tu seguridad en la red implica hacer un mínimo de investigación antes de comprar tus objetos conectados. No sirve de nada que vayas a la estantería de una gran superficie y escojas aquel que mejor te encaja en precio o que te ofrece un diseño más bonito. Investiga bien el producto, busca referencias o posibles polémicas anterior, valora si ofrecen actualizaciones de seguridad, qué tipo de encriptación utilizan o qué tratamiento hacen de tus imágenes y vídeos. Cuando llegue el momento de elegir, pon en una balanza cuál te ofrece una mayor seguridad.
Cambia la contraseña por defecto:
Fundamental, tanto para evitar vulnerabilidades en vigilabebés como para cualquier otro hardware o software que utilices. Siempre, siempre, siempre, hay que cambiar las contraseñas por defecto. ¿Por qué? Muy sencillo. Estas contraseñas, aunque no sean “admin” o “123456”, son muy fáciles de ataca por parte de los hackers, incluso podría bastar una búsqueda rápida en la dark web para dar con ellas en apenas unos segundos. Cambia tu contraseña, elige una robusta y segura, con más de una docena de caracteres e incluyendo letras, minúsculas, mayúsculas, números y carácteres especiales. Por supuesto, no deben ser una palabra, ya que se podrían extraer también fácilmente por un ataque de diccionario o de fuerza bruta. Te recomiendo ayudarte de un gestor de contraseñas para generar y almacenar estas claves. Hay una premisa para elegir una buena contraseña: ¿puedes recordarla? Entonces no es segura.
Doble factor de autenticación:
Siempre que te lo permita, utiliza un doble factor de autenticación, OTP o 2FA. Es un doble sistema de acceso con el que, además de introducir la contraseña, tendrás que meter otro sistema de validación, que puede ser contestar a una notificación que te llegue a tu teléfono móvil o usar una contraseña de un solo uso generada por una app tercera.
Mantén tus dispositivos actualizados:
Las actualizaciones de los fabricantes son súper importantes, ya que incluyen parches de seguridad con solución a las vulnerabilidades que surgen casi a diario en materia de ciberseguridad. Estas actualizaciones a veces también incluyen mejoras en las funcionalidades y el desempeño de la cámara o incluso reparación de bugs o errores.
Tómate el tiempo necesario para configurarlo:
Si quieres maximizar exponencialmente la seguridad de los dispositivos IoT de tu hogar (ya sean las cámaras del hogar como cualquier otro), te recomiendo que tomes un tiempo valiosísimo en blindarte. Por ejemplo, desactivar el acceso remoto del router o el DDNS de la cámara para evitar a los invitados indeseados. También, deshabilitar los puertos que no vayas a utilizar es una buena idea.
Protege tu router:
Todos estos consejos no solo aplican a tu cámara de seguridad doméstica o vigilabebés, también a tu router, que es la puerta de entrada a tu casa desde el mundo exterior. Protégelo bien y configúralo de manera que tú y solo tú tengas acceso a él.
La seguridad digital de los menores comienza hoy: más allá de las vulnerabilidades de vigilabebés
Entiendo que no todos los usuarios tienen una relación fluida con la tecnología y que algunos conceptos, como los que he expuesto a lo largo de este artículo y especialmente en la parte de consejos para protegerse, pueden resultar confusos. Hoy en día, hay muchísima información en internet que nos puede ayudar a todos a seguir formándonos en esta materia tan importante como es proteger nuestra seguridad online.
Nunca vamos a estar totalmente seguros, usemos o no la tecnología, y quedarnos fuera de la innovación es un precio que, al menos yo, no estoy dispuesta a pagar. Ese es nuestro presente y nuestro futuro y quedarse atrás no es una opción. Igual que podemos salir a la calle y que nos atropelle un coche, no está en nuestra mano tener el 100% de seguridad de que esto no va a suceder, pero sí podemos mirar antes de cruzar. En temas de ciberseguridad es algo similar.
En cualquier caso, muchas veces se trata simplemente de aplicar el sentido común. La seguridad digital no solo es evitar que las vulnerabilidades en vigilabebés provoquen que un hacker puede hablar con nuestro hijo. La sobreexposición en redes sociales es otro tema que tiene mucha miga y que en ese sí que tengo una posición muy formada. Los niños deben estar fuera de la mirada de desconocidos. Siempre. Pero, más aún, si comprometemos su seguridad mostrando el colegio al que van, sus horarios o ciertos momentos de su vida que deberían quedar en exclusiva para la familia. Pero ese es otro tema.