Ponemos la lavadora casi a diario, sin embargo, es posible que lo estemos haciendo mal. Si eres de los que pulsan en el programa automático sin tener en cuenta nada más, hoy queremos que aprendas a relacionarte mejor con este electrodoméstico y te contamos si elegir agua caliente, templada o fría en función de las necesidades de cada lavado. ¡Vamos allá!
Cuándo usar agua caliente, agua templada o agua fría en la lavadora
Ante la duda, te recomendamos usar siempre agua fría, ya que es la que menos estropea los tejidos, reduce considerablemente el riesgo de transferencia de colores entre prendas y suelen ser ciclos de lavados más cortos, por lo que también se ahorra tiempo, energía y dinero.
El agua templada va muy bien para tejidos oscuros, ya que suele fijar mejor los colores y se mantiene el tono de forma correcta. Pero también tiene los inconvenientes del agua caliente, por lo que hay que tener cierto cuidado.
El agua caliente, por su parte, es la mejor opción cuando tenemos manchas muy profundas y bien agarradas. Además, también desinfecta mejor nuestra ropa, por lo que en caso de que tengas alergias o hayas estado en entornos que pueden ser problemáticos (por ejemplo, hospitales, etc.), el lavado con agua caliente es la mejor opción.
Lee siempre la etiqueta
Para asegurarte de que estás usando la temperatura ideal para el agua en la lavadora, te recomendamos que leas la etiqueta, ya que no todos los tejidos aceptan ciertas temperaturas. Además, también algunos no soportan secadora, en caso de que tengas esta máquina, o pueden ser más sensible a desteñir los colores y que toda nuestra colada salga de color rosa o que todos los tonos se desgaste, estropeando así nuestra ropa.
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