Existe mucha duda en torno a los distintos tipos de leche que hay en los lineales de los supermercados. Y es normal la confusión, ya que para aquellos que no quieran o no puedan tomar productos de origen animal se ha propuesto como alternativa las bebidas vegetales, que adoptan el nombre de la leche pero nada más. No, la leche de avena o la leche de soja, por poner un ejemplo, no son leche.
Esto no quiere decir que no sean saludables o no tengan ciertos beneficios, pero es importante que el consumidor sepa qué está tomando para tener toda la información necesaria y tomar las decisiones oportunas en base a esto. De hecho, ya tienen prohibido usar la denominación leche en sus empaquetados, por eso últimamente habrás visto más que nunca el nombre de bebidas vegetales.
Si las bebidas vegetales no son leche… ¿qué llevan realmente?
La industria ha creado bebidas que recuerdan a la leche tanto en sabor como en cuerpo y que podemos usar con café, con nuestro cacao en polvo… pero hasta ahí. Lo cierto es que si miramos su composición, un porcentaje muy elevado de estas bebidas es agua (normalmente el 90%). El resto, es azúcar, y en algunos casos también llevan vitaminas, calcio, sal o aceites vegetales. Es interesante mirar la etiqueta con la información nutricional de cada bebida para que valores qué estás tomando.
Hay que tener bien claro que estas bebidas no son sustitutas de la leche. Pueden ser un buen trampantojo para alérgicos a la proteína de la leche de vaca, intolerantes a la lactosa, veganos o cualquier otra persona que quiera eliminar este producto de su alimentación. Pero ni son más sanas, ni son leche. Eso sí, la más parecida es la bebida de soja.
Si quieres una alternativa más responsable a la leche tradicional, con origen animal, la leche de bienestar animal es una opción cada vez más buscada.
Vía | OCU