Las paredes impolutas duran un día… y a veces ni eso. No hace falta tener niños en casa para que poco a poco se vayan ensuciando, bien por pequeños roces, bien por un simple mosquito que se posa en ellas y las estropea. Por supuesto también existen los accidentes: un poco de café por allí, algo de vino por allá… El resultado es que mantener las paredes limpias y perfectas es casi misión imposible. Si son blancas las manchas se notan más todavía, por eso, productos como la famosa esponja mágica o borrador mágico son muy populares. Pero, ¿funcionan realmente?
Qué es el borrador mágico de paredes
Hay muchos modelos en el mercado pero todos funcionan de un modo muy similar. Se trata de una pequeña esponja blanca con circulitos que promete borrar las manchas de las paredes. Su funcionamiento es similar al de una goma de borrar de las que usábamos cuando íbamos al cole.
Cómo usar la esponja mágica
Su uso es muy sencillo. Solo tienes que mojarla, escurrirla para eliminar el exceso de agua y frotar las paredes con ella. Está pensada para pequeñas manchas, por lo que no te creas que con ella vas a limpiar la pared al completa. Úsala solo en pequeñas zonas. Para ver si tu tipo de pintura admite bien este producto, te recomendamos que pruebes primero en un trozo pequeñito y que no esté bien visible. Déjalo secar y comprueba si queda bien.
¿Funciona el borrador mágico?
No es mágico, ni milagroso. No es perfecto, ni mucho menos. Pero si tienes pequeñas manchitas en la pared que se vean bastante, tipo café, lo cierto es que el resultado es bastante interesante. No te va a dejar la pared perfectamente blanca, pero sí que te ayuda a que la la mancha se vea menos.
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