Uno de los temazos cada vez que vuelve el verano es el tema de la protección solar. Es algo que va más allá de la belleza: el cuidado facial y corporal, en este caso, van íntimamente ligados a la salud. Ya no somos esos niños de los 90s a los que nos decían que nos pusiéramos un ratito al sol, que morenitos estábamos más guapos. Por suerte, ahora tenemos más información a nuestro alcance y sabemos que la exposición al sol sin protección es MUY peligrosa y una de las principales causas del cáncer de piel. No merece la pena. Sin embargo, parece que todavía no hemos aprendido lo suficiente, ya que está de moda un nuevo reto viral en las redes sociales llamado callo solar. Y ya te aviso: ni es divertido, ni es saludable.
Qué es el callo solar que promueven las redes sociales y por qué es tan peligroso
A veces tengo la sensación de vivir en el día de la marmota, solo que aquello que me hace llevarme las manos a la cabeza y confiar cada día un poquito menos en el ser humano va cambiando. A veces, la moda es beber detergente. Otras, “ducharse” con una lluvia de hielos. Nos vamos a extinguir pronto, os lo voy avisando.
Ahora, con la llegada del verano, en las redes sociales está naciendo un nuevo reto, una recomendación viral que afirma que debes construirte un callo solar. Se trata de un “consejo” que promueve que te expongas al sol sin protección, de forma continuada y hasta quemarte de forma profunda (y después continúes haciéndolo) para que, de esta forma tu piel cree tolerancia al sol y a sus radiaciones ultravioletas y, de esta forma, ya no vuelvan a salirte quemaduras.
Aparte del dolor en la piel que debe provocar llegar a “formar” tu callo solar, creo que no es necesario (bueno, a la vista está que sí es muy necesario) explicar que esto es muy peligroso. Tu piel no va a llegar a crear tolerancia al sol ya que, sencillamente, el callo solar es simplemente otra invención de las redes. No existe, no hay beneficios… solo un puñado de inconvenientes, a cada cual más grave: quemaduras importantes en la piel, arrugas y envejecimiento prematuro, manchas solar y, finalmente, una mayor predisposición a un cáncer de piel.
Me parece súper peligroso que se lancen estos mensajes a la población, especialmente cuando el público de estas redes sociales suele ser bastante joven, porque lo que está en juego es la salud. Tal y como explica Maldita, “el bronceado saludable no existe. El oscurecimiento de la piel es signo de que ya se ha dañado y, aunque una piel más bronceada se quema menos, sigue sufriendo el resto de consecuencias derivadas de la radiación ultravioleta: desde manchas hasta cáncer”.
Pero… ¿la vitamina D no es buena?
¡Por supuesto! Es buena y es imprescindible, eso está claro. Este es el motivo por el que todavía puede crear algo de confusión que los especialistas nos pidan que nos protejamos del sol en verano, pero en invierno siempre vuelve a estar de moda la falta de vitamina D y la importancia de adquirirla precisamente mediante, oh, sorpresa, la exposición solar.
La vitamina D es muy importante para el estado anímico, pero también para salud de nuestros huesos. Sin embargo, los especialistas coinciden en que basta con exponer rostro y brazos al sol unos 15 minutos. Con esto, ya tendríamos suficiente. En caso de que no la sinteticemos bien, nuestro doctor puede recomendarnos tomar suplementos a base de vitamina D.
Es cierto que esta exposición debe hacerse sin protección solar (para que no se bloquee esta síntesis de vitamina D), pero hay que hacerlo de un modo responsable: evitando las horas centrales del día (que son las más peligrosas) y respetando el margen recomendado de solo quince minutos al día. Puede bastar, por ejemplo, con que desayunes en la terraza o con que salgas a pasear por tu barrio a última hora de la tarde.
Mis consejos para protegerte del sol
Yo he sido de esas personas que año tras año no lograba pasar un verano sin quemarme. Al principio, no le daba la importancia que merecía (recordemos, niños de los 90s, estamos aquí de milagro), después poco a poco fui ganando en responsabilidad hacia este tema y finalmente creo que es ahora cuando por fin he logrado encontrar la forma de evitar una exposición dañina al sol. Hace un par de semanas volví de un viaje al Caribe: en diez días, entre dos personas, gastamos un bote y medio de protector solar 50+. Te aseguro que si te echas la suficiente crema solar y con un alto factor de protección no te vas a quemar.
En la medida de lo posible, evita tirar la toalla al sol cual lagarto y busca la sombra. No te preocupes, que en el camino hasta llegar a la orilla/piscina, mientras te estés bañando o simplemente cuando pasees por la calle ya te va a dar el sol. No necesitas tumbarte a “tomar el sol” como tal. No es nada beneficioso.
También te recomiendo que escuches a tu cuerpo y sepas cuáles son las zonas más complicadas para ti. Hay quien siempre se quema los hombros, la nariz, los brazos o tal vez los pies. Busca tu zona comprometida y refuerza ahí la cantidad de crema solar, además de intentar cubrírtela en la medida de lo posible, para evitar estas quemaduras que van a afectar a tu piel y a tu salud.
Recuerda que no solo en la playa estás expuesto al sol. También si sales a pasear te recomiendo usar protector solar facial y protector solar corporal en las zonas que vayan a estar más expuestas. Asimismo, es interesante que te lleves siempre alguna prenda para proteger la cabeza: gorra, sombrero, gorro, pamela… Lo que quieras, pero que esta zona tan importante quede protegida, que te vas a evitar muchos dolores de cabeza y, además, también es susceptible de quemarse.
Y, por último, por favor, no sigas retos virales absurdos como el callo solar. Quien va a sufrir las consecuencias eres tú, no lo olvides.