Parece irónico hablar de cestas de lavavajillas oxidadas, cuando estos electrodomésticos están pensados para estar continuamente en contacto con el agua y que no les pase nada. Sin embargo, un mal uso de los mismos, ciertos hábitos y el paso del tiempo pueden echarlos a perder… con más o menos rapidez.
Por eso, hoy queremos que nos regales unos minutos de tu tiempo para leer estos consejos y trucos para evitar las cestas del lavavajillas oxidadas y que no te suceda. Vamos al lío.
Cómo evitar que las cestas de lavavajillas oxidadas sean un problema
Hay una recomendación muy sencilla que deberíamos hacer todos a diario, que no cuesta nada de tiempo ni esfuerzo, pero que a veces no hacemos por simple pereza: secar el lavavajillas cuando hemos recogido los platos. No es imprescindible, por supuesto, pero ayudarás a que se conserve mejor en el tiempo si pasas una bayeta suave cuando el lavavajillas ya está recogido y así eliminas el exceso de agua. Te prometemos que tardarás un minuto de reloj y los beneficios pueden ser muchos.
Además, también hay una recomendación para el momento de montar la carga del lavavajillas: cuidado con la forma en la que colocas los platos y cubiertos. La fricción, el roce o los golpes durante el lavado no solo pueden hacer que tu vajilla se rompa, también que se desgaste la capa del material metálico que recubre las cestas.
Te recomendamos también usar solo productos exclusivos para lavavajillas y que te den cierta confianza.
Si notas que se está empezando a desgastar y quieres cortar el tema de raíz, puedes comprar fundas protectoras de plástico. Son baratas, aunque personalmente no nos terminan de convencer ya que pueden fomentar que se acumule moho si no se secan bien tras cada lavado.
Vía | OCU