Tupperware es el mejor ejemplo de lo que significa una metonomia. Es decir, cuando un producto adquiere popularmente el nombre de una marca, incluso aunque no estemos utilizando ese en concreto. Algunos ejemplos son Kleenex o Albal. El éxito de la empresa americana Tupperware también ha trascendido fronteras y todos lo llamamos “táper”, en honor a esta popular marca. Sin embargo, desde el otro lado del charco nos llegan noticias algo desafortunadas: el cierre de Tupperware podría ser inminente.
¿Estamos ante un cercano cierre de Tupperware?
Corría el año 1946, en el contexto de la posguerra de la Segunda Guerra Mundial, cuando Earl Tupper encontró la fórmula perfecta para poder transportar comida (y otras necesidades) en un recipiente hecho con un material flexible, con sellado hermético y moldeable. Desde entonces, ha cambiado mucho el concepto de los “táper” y ahora los más habituales son de cristal o de plástico, ya que han su uso principal ahora es guardar comida en casa o transportarla del hogar a la oficina.
El éxito de esta empresa ha sido caso de estudio, sin embargo, en la actualidad pasa malos momentos. Sus acciones están cayendo a ritmo vertiginoso (más de un 75% en los últimos seis meses) y sus ventas cada vez son menos espectaculares. La compañía ha reconocido que no han sabido innovar y ofrecer soluciones diferentes a lo que ya ofrecen también otras marcas. Por ejemplo, ya se habla de tuppers conectados.
Hagamos examen de conciencia, cuando necesitamos un nuevo “tupper”, ¿dónde lo compramos y de qué marca? ¿Miramos que sea el “Original” o vamos al Ikea más cercano a nuestra casa? Pues justo aahí se encuentra el quid de la cuestión…
No es la primera vez que vemos a una marca que no tenía competencia caer en picado. Ya sucedió con Duralex, la mítica empresa que precisamente hoy retoma actividad tras cinco meses sin operar y que también está pasando sus vacas más flacas. ¿Qué pasará con Tupperware? Sea como sea su futuro, no se puede negar que ha sabido crear historia.
Vía | CNN