Tener un buen colchón es esencial a la hora de tener un descanso pleno. Muchas personas siguen durmiendo en colchones anticuados, que no están preparados para ofrecer una comodidad adecuada. Por este motivo hoy venimos a hablar de este tipo de producto, quizás uno de los más importantes dentro del hogar. Hoy, en concreto, vamos a hablar de las diferencias entre un colchón duro o blando, para saber cuál es la mejor opción para cada persona. Indagaremos en las características de ambos tipos, y así sabréis cuál se adapta a vuestras necesidades. Sea cual sea el que elijas, puedes ver varios modelos en la tienda de Colchones Aznar.
Problemas que pueden surgir debido a un mal colchón
Estar cómodos en nuestra propia casa es clave. Tenemos muchos artículos hablando de los beneficios de invertir en el hogar, como, por ejemplo, el de los beneficios de tener un buen sistema de climatización. Pero si hay que hablar de un punto importante dentro de la comodidad hogareña, el colchón es una clave. Esto se debe a que no solo nos hace sentir más a gusto, sino que también cuida nuestra salud, física y mental. Tener un mal colchón puede acarrear una serie de problemas serios, que pueden agravarse con el paso del tiempo.
Por ejemplo, malas posturas que acarreen dolores en la espalda. Cuando comienzan las molestias en esa zona, lo primero en lo que se piensa, es en el colchón, y rara vez estamos equivocados. Es el primer factor que se debe tener en cuenta, para ello, la recomendación es probar a dormir en otra superficie y ver si la cosa mejora. De ser así, ya se ha localizado la fuente de los dolores.
No hay que olvidar que un mal descanso, no solo trae problemas físicos, sino también mentales. La salud de nuestro cerebro es importante, y si no es capaz de descansar las horas necesarias para toda la actividad que realiza, acabará por agotarse. El cerebro y la espalda son las zonas más importantes de nuestro cuerpo, ya que envían los impulsos nerviosos al resto de lugares. De no corregir los problemas durante las horas de sueño, las consecuencias acabarán notándose.
Beneficios e inconvenientes de un colchón duro
Antes de empezar a hablar de este tipo de colchón, debemos hacer una pequeña aclaración. Cuando los expertos quieren hacer una referencia al colchón duro, lo hacen siempre con los términos de ‘colchón con firmeza’ o ‘colchón firme’. Es un aspecto a tener en cuenta, ya que un colchón duro, tal y como nos lo imaginamos, jamás sería beneficioso para la salud y el descanso.
La primera ventaja que ofrece un colchón firme está relacionada con la posición de la columna. La espina dorsal tendrá siempre una mejor postura con una superficie cuya firmeza aporte un grado de soporte superior. La espalda es una de las partes del cuerpo más importante, si no tenemos cuidado con la forma en la que dormimos, podemos crear serios problemas. Este mal hábito se traducirá en dolores, cansancio y la aparición de problemas físicos y psicológicos.
El factor descanso también es esencial a la hora de escoger este tipo de colchón. Una superficie excesivamente blanda obligará al cuerpo a estar constantemente buscando puntos de apoyo, por lo que descansar será una tarea más complicada. Estar dando vueltas en la cama de forma constante es poco beneficioso, y por muchas horas que durmamos, siempre nos levantaremos cansados. En este sentido hay que tener en cuenta que mientras dormimos, el cuerpo está activo, y necesita del mayor confort posible para no agotarse por sobrecarga de ejercicio.
Beneficios e inconvenientes de un colchón blando
Un colchón blando es aquel que tiene un nivel de firmeza bajo, por lo que son muchos los tipos que pueden catalogarse dentro de este modelo. Pero esto no quiere decir que haya que tener cuidado a la hora de escoger uno de estos. Si el colchón es excesivamente blando, puede llegar a ser perjudicial para la salud. Por este motivo, lo recomendable es escoger un colchón con un nivel de firmeza moderado, tirando a bajo, si se cumplen los requisitos que vamos a comentar a continuación.
Si se quieren minimizar los puntos de presión para mejorar la circulación. Hay personas, sobre todo mayores, a los que sus médicos le recomiendan colchones de este tipo, no obstante, son casos más aislados. Se adaptan al cuerpo mientras dormimos y permite una mejora en el riego sanguíneo.
Las personas con problemas graves en la espalda, como hernias discales, agradecerán este tipo de colchones. De nuevo son dolencias que suelen darse en personas adultas, y su recomendación dependerá de que existan este tipo de dolencias. Los colchones blandos también suelen ser recomendados si se va a pasar mucho tiempo en la cama, sea cual sea el motivo. Los puntos de presión reducidos, como hemos comentado anteriormente, hacen que podamos pasar más horas tumbados sin agotar al cuerpo. Estar tumbado puede cansar más de lo que pensamos, y es un factor que rara vez tenemos en cuenta.
¿Colchón duro o blando?
A la hora de escoger entre un colchón duro o blando, la elección dependerá de las necesidades de cada uno. Sí es cierto que, para un uso más estándar, y de personas jóvenes, el colchón con alta firmeza es la mejor opción. Pero aquellas personas con dolencias en la espalda, o que deben pasar mucho tiempo en la cama, los blandos les serán muy beneficiosos. En resumen, cada uno debe hacer una valoración del uso que va a realizar de su colchón, a partir de ahí, deberá elegir. No podemos afirmar que exista una mejor opción. Como muchas cosas en esta vida, todo tiene sus pros y sus contras. Tras ver nuestro análisis, tú mismo sabrás cuál de los dos colchones se adapta más a tus necesidades o las de los tuyos.