Los frigoríficos son un electrodoméstico que, en general, pueden llegar a consumir muy poco. Pero depende del uso que hagamos de él podemos gastar más o menos. Quizá te sorprenda saber que tú también puedes hacer algo para ahorrar energía con el frigorífico. Te lo contamos.
8 trucos para ahorrar energía con el frigorífico
La primera decisión pasa por dónde colocarlo. Si estás diseñando tu cocina desde cerca, trata de colocarlo lejos de las fuentes de calor. Estas pueden ser el horno, el lavavajillas o incluso una ventana muy soleada. Cuanto más calor haga fuera, más esfuerzo tiene que hacer este electrodoméstico para mantener temperaturas frías. Y hablando de ubicación, también tienes que intentar que respire: colócalo separándolo unos centímetros de la pared.
En cuanto a su uso diario, trata de no colocarlo a una temperatura demasiado baja. Menor temperatura = mayor esfuerzo. Evita abrir la puerta si no tienes necesidad. Esto hace que se escape el aire frío.
También es importante que trates de mantener limpio el entorno de tu combi: aspira incluso por detrás, para permitir que la rejilla de ventilación pueda respirar. Y por dentro también hay mucho que limpiar. La escarcha es el gran enemigo del ahorro de energía. Si tu congelador es No Frost, genial, pero si no lo es, estate atento para descongelar cuando lo necesites.
Y, por último, la forma de colocar la comida también te puede ayudar a ahorrar energía con el frigorífico. Consumirá menos si no metes comida caliente directamente en el frigo o en congelador, esto es algo que la mayoría ya sabemos, pero también es interesante que repartas la comida lo mejor posible entre los diferentes estantes, para que la distribución de frío sea más homogénea y no tenga que concentrarse todo el trabajo en el mismo punto.
Vía | OCU