Cómo congelar la cena de Navidad (de forma segura)

Hace unos días te contamos cómo han subido los precios de los productos de alimentación navideños en los últimos años. Desde 2015 hasta 2024, han subido aproximadamente un 50%, una cifra más que importante que nos hace tener que apretarnos el cinturón y buscar las ofertas que nos ayuden a ahorrar un poco a la hora de vestir la mesa en Nochebuena o Nochevieja. Sin duda, es un artículo muy interesante que te recomendamos que leas para que tengas una visión más completa sobre esta situación. Uno de los gestos o trucos para ahorrar en estas fechas es aprender cómo congelar la cena de Navidad.

Congelar la cena de Navidad: una decisión muy inteligente

Antes de entrar en faena, queremos darte dos motivos para decidir congelar la cena de Navidad antes de que llegue el día N. El primero de ellos es el precio. Si vas comprando poco a poco, tu economía lo agradecerá pero es que, además, también podrás ir comprando las ofertas más interesantes que veas. Los precios también se suelen inflar cuando se acercan las fechas clave, por lo que comprar con antelación es una muy buena idea. Sin embargo, hay alimentos frescos que no durarían hasta el día de la cena, por lo que congelarlos es la mejor opción.

Además, también es una cuestión de tiempo. Todos sabemos que, si nos toca ser anfitriones, puede ser un agujero negro de tiempo y un estrés importante. Por eso, tener ya los alimentos congelados en casa y no tener que salir el mismo día de la cena a hacer la compra es un alivio importante. Este día, las colas en los supermercados y centros comerciales son kilométricas, pero es que además corres el riesgo de que no quedemn existencias de lo que querías cocinar. Ganarás en tranquilidad y podrás estar este día mucho más relajado, hasta que llegue el momento de hacer tus recetas favoritas, pero sin preocuparte de tener que desplazarte hasta el supermercado, hacer la compra, etc.

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Cómo congelar la cena de Navidad de la mejor manera posible

Tienes la opción de congelar las elaboraciones ya preparadas, para que el día de marras sea solo sacar, calentar y listo. Sin embargo, es cierto que hay recetas que no quedan igual que recién hechas, especialmente si llevan salsas, patatas, etc. No te lo recomendamos como tal, pero sí que es una buena idea congelar los alimentos por separado. Especialmente las carnes y pescados, no tendrás ningún problema, más allá del espacio que ocupan, puedes congelar cualquier pieza de carne o pescado. Si están envasados al vacío, mejor que mejor, pero, si no, basta con que lo cierres bien en plástico, papel de aluminio o incluso un tupper.

Para descongelarlo, bájalo del congelador al frigorífico 24 horas antes del momento en el que tengas previsto empezar a cocinarlo. De todos modos, a mitad de este plazo, echa un vistazo para ver cómo va el descongelado, porque en algunos casos, si la pieza es muy grande, tal vez tengas que dejarlo un rato fuera de la nevera para que termine de descongelarse bien. Antes de cocinarlo, es muy importante que quites bien el agua que haya podido soltar.

Pero, ¿y qué pasa con los alimentos que completan tus recetas? No todo se puede congelar. Por ejemplo, ¿se puede congelar el queso? Es otro de los ingredientes más habituales en la mesa navideña y en este punto tenemos que decir que depende de la variedad. Los quesos curados y los semicurados son los que mejor congelan, mientras que el queso Burgos, la mozzarella, la burrata o el queso tierno es mejor no pasarlos por el congelador, ya que tienen un alto contenido en agua y no dan buenos resultados a la hora de congelar y descongelar.

Si queremos congelar el embutido, lo mejor es hacerlo al vacío, aunque en este caso también hay que tener en cuenta que al vacío suelen aguantar muy bien en la nevera, por lo que, a no ser que lo compres con meses de antelación, en principio no debería ser necesario. Otra cosa es que quieras que las embarazadas de la mesa puedan comer, en este caso, la congelación puede ser una buena iniciativa, pero asegúrate de hacerlo bien para evitar problemas.

También puedes congelar la leche (excepto la leche de soja y quizá la leche condensada), incluso la fruta, en este caso, cortada a trocitos  mejor que en piezas completas.

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¿Podemos congelar el postre?

Si no queremos complicarnos y deseamos tener garantías de que el postre descongelado ya a quedar perfecto, puedes optar por tartas o pasteles ya congelados en el supermercado, porque están especialmente diseñados para esto. Sin embargo, si lo preparamos en casa también podemos meterlo en el congelador para que nos aguante un tiempo y así el día de Nochebuena o Nochevieja solo tenemos que sacarlo y olvidarnos de esto. Una tarea menos, un poco más de relax para los anfitriones de la casa.

En este caso, podemos congelar sin ningún problema tartas a base de bizcocho o mousse, ya que aguantan muy bien este proceso y una vez que los pongas en la mesa no se notará que han pasado por el congelador. ¿Cuáles son los que no aguantan bien la congelación? Los hojaldres o la masa quebrada son enemigos número uno del congelador, por lo que si querías hacer esta receta, es mejor que la prepares el mismo día para que quede perfecta y la podáis disfrutar como se merece.

Los bombones, turrones y chocolates se pueden congelar también sin ningún problema, siempre que no contengan licor ni frutos secos. Sin embargo, a esto no le vemos mucho sentido, ya que normalmente son alimentos que aguantan durante bastante tiempo y suelen tener una fecha de caducidad bien larga, por lo que incluso aunque lo compres fuera de temporada lo deberías poder guardar en la despensa sin mayor problema y sacarlos el día de Navidad, para así ahorrar espacio en el congelador y evitar que pierda alguna de sus propiedades a la hora de descongelarlo.

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