Parece algo simple, pero en el fondo ordenar el interior de la nevera también debería seguir un patrón. Realmente, la mayoría de nosotros no tenemos ningún orden a la hora de meter los alimentos y nos guiamos más por una cuestión de volumen: donde quepa todo, ahí está bien. ¡Error! Te contamos por qué te estás equivocando y deberías empezar a guardar tus productos de una manera concreta.
Cómo ordenar el interior de la nevera
Hay diversos motivos por lo que las neveras están pensadas para seguir un cierto orden. Y no todo el mundo sabe esto. Es especialmente importante seguir estos consejos si tu nevera es antigua, ya que en los modelos más modernos vienen ciertas tecnologías que reparten el frío de forma homogénea y cuidan que todos los alimentos se conserven bien.
Sin embargo, tradicionalmente las temperaturas son más bajas cuanto más abajo está el estante en cuestión. Así, se recomienda que en la parte superior se coloquen los huevos, los lácteos o los embutidos. En la zona central se deberían colocar aquellos alimentos que ya han sido abiertos de su envase y que se deben consumir rápido. Por último, en la parte inferior se deberían colocar frutas, verduras, carnes crudas y pescados.
Sobre todo, es muy importante que ordenemos también por tipo de alimento para evitar contaminación cruzada. Ya no se trata de que seas o no alérgico a algo, que obviamente se evita ese alimento en tu casa aunque el resto de convivientes no lo sean, si no porque también se pueden transferir sabores u olores. Esto puede ocurrir, por ejemplo, si dejas una tarta recién hecha al lado de una bandeja de pescado.
Dedica un tiempo a ordenar el interior de la nevera cuando llegues de la compra y ayuda a tus alimentos a que se conserven mejor por más tiempo, con sus propiedades organolépticas intactas.
Y antes de terminar, déjanos darte otro consejo relacionado: ¿cada cuánto tiempo debes cambiar la nevera?