Muchos de nosotros tenemos en casa encimeras de granito, que es una piedra muy utilizada para estos menesteres. El problema que tiene es que no debemos dejar que las manchas se sequen por completo antes de limpiarlo, porque es un material muy poroso y se pueden incrustar en él. Hoy desde GizHogar te traemos unos consejos que te ayudarán a limpiar el granito sin apenas esfuerzo y de manera eficaz.
¿Cuál es la mejor manera de limpiar el granito?
Lo más importante es que sepamos prevenir y mantener el acabado de nuestra encimera de granito. Con esto nos referimos a utilizar, siempre que sea posible, posavasos o servilletas para que nuestra vajilla no deje restos de suciedad en la superficie. También tenemos que tener en cuenta que si dejamos encima objetos que están muy calientes, podríamos dañarla y deteriorarla fácilmente, así que mejor usar un salvamantel por no preocuparnos por ello. Una vez dicho esto, pasemos a los productos que mejor pueden limpiar el granito.
Agua templada y detergente líquido para las encimeras
El agua con jabón es la mejor manera de limpiarlo sin utilizar productos químicos
Mezclamos en un recipiente agua templada y añadimos jabón líquido. Cuando se haya diluido todo bien, utilizaremos una esponja o paño escurridos en el preparado para pasarlo por toda la superficie de granito. Después, con un paño mojado en agua volvemos a limpiar toda la zona y lo secamos. En este caso, no deberíamos utilizar uno de los desengrasantes que más nos ayudan con la limpieza del hogar como es el vinagre, ya que al ser ácido, podría empañar la superficie y dañarla.
Otro de los mantenimientos que recomendamos que hagáis si contáis con encimera de granito, es que cada cierto tiempo os aseguréis de resellar el material, porque así reduciréis la porosidad que tiene y mantendréis mucho mejor su brillo natural.
Suelos de granito
Cuando lo que tenemos además de encimera de granito es un suelo con este material, lo que tienes que hacer es muy sencillo, tenemos que procurar barrer el suelo, pasar la aspiradora o la mopa todos los días para que no se acumule el polvo ni la suciedad que traemos a casa desde la calle.
Hay dos maneras de limpiar el suelo dependiendo de si lo hemos sellado o no
Después, cuando el suelo esté completamente limpio de polvo, mojaremos una fregona en la mezcla de agua y jabón líquido, la escurrimos, pero no del todo, y dejamos secar. Después volvemos a fregar con agua tibia intentando que todos los restos de jabón se quiten y dejamos secar otra vez.
Si tu suelo se ha sellado en los últimos meses, lo mejor es fregarlo con agua tibia, tres cucharadas de vinagre blanco y dos cucharadas de peróxido de hidrógeno. Realizamos la misma operación que antes y dejamos secar. Si no has sellado el suelo, recuerda que el vinagre lo puede deteriorar, así que mejor no utilizarlo.