No te avergüences, es algo bastante normal. A no ser que duermas toda la noche con el aire acondicionado dándote directamente en el cuerpo, los meses de verano son sinónimo de dormir regular y de sudar. Mucho. La ola de calor del mes de agosto en la mayor parte de España tampoco ha ayudado a olvidar esto. Por eso, es posible que te hayas dado cuenta que tus sábanas blancas se han “despertado” un poco amarillentas. ¿Sabes cómo limpiar las manchas de sudor de las sábanas? Te lo contamos.
Cómo limpiar las manchas de sudor de las sábanas
Esos cercos amarillos no siempre se van con los lavados. Por eso, una ayuda extra no te va a venir mal. Lo primero de todo es recomendarte que laves las sábanas con la mayor frecuencia posible. No es lo mismo el sudor que apenas ha estado 3 días que aquel que mantienes macerando durante dos semanas o más.
Pero, una vez que ya está la mancha amarilla en las sábanas blancas, hay algunos truquitos que te pueden ayudar. Lo más sencillo, es llenar un barreño con medio litro de agua caliente y un vaso de vinagre de manzana o de vinagre blanco. Sumerge las sábanas durante media hora. Mientras tanto, vamos preparando una mezcla especial de un vaso de bicarbonato de sodio con un chorro generoso de agua oxigenada. Cuando saques las sábanas, escúrrelas bien y aplícale esta pasa en las zonas que estén más manchadas. Déjalo actuar media hora y después pon la lavadora con tus sábanas. Las manchas deben desaparecer.
Una alternativa al bicarbonato es utilizar un limpiador antimanchas (el de Hacendado suele funcionar muy bien), dejándolo actuar el tiempo recomendado y echándole una capa generosa de producto.
Con esto, ya deberías tener tus sábanas de nuevo blancas. Si en alguna zona no se quita, vuelve a repetir el proceso, incidiendo con más interés en la mezcla de agua oxigenada y bicarbonato de quitamanchas.
Para más trucos de limpieza, puedes leer aquí nuestros consejos para limpiar las persianas.
Muy buena idea. Si quieres conservar tus sábanas por más tiempo, deberás de prácticas estos consejos. Igualmente, si ves que no tiene arreglo porque tus sábanas tienen demasiados roces o roturas, cámbialas. El textil de tu cama se relaciona directamente con tu comodidad y descanso en ella. Si las compras de buena calidad, lo notarás.