A todos nos ha pasado alguna vez, así que por este lado puedes estar tranquilo. Es habitual, sobre todo si no tenemos mucha experiencia entre fogones o si el alimento en sí es algo delicado, que podamos terminar con una sartén u olla quemada. Si te ha ocurrido eso, con este artículo queremos ayudarte a que conozcas qué es lo mejor que puedes hacer para eliminar los restos quemados y que tu olla vuelva a lucir como el primer día… O casi.
Cómo limpiar una olla quemada de acero inoxidable
El lavavajillas puede ser un buen aliado, pero hay ciertas cosas con las que no puede luchar. Elimina muy bien los restos de comida, pero cuando hablamos de limpiar una olla quemada la tarea se puede dificultar. En cualquier caso, siempre te recomendamos seguir en primer lugar estos pasos de limpieza manual para poder ponerle solución lo más rápido posible. Cuanto más tiempo pase, más complicado puede ser quitarle estos restos.
Añade agua templada con un buen chorro de vinagre en tu olla. Con que cubra aproximadamente un cuarto de la olla debería ser suficiente. Déjala reposar unos minutos para que se vaya deshaciendo la suciedad, sin frotar, ahora, enciende la vitrocerámica y pon el agua a calentar. Vigílala porque, al ser poca cantidad de agua, se calentará muy rápido y no queremos que se vuelva a quemar, por lo que tampoco queremos que entre en ebullición. Lo que buscamos con este paso es que el agua mantenga el calor y ayude a ablandar la suciedad.
Una vez hecho esto, retira de nuevo la olla del fuego y vacía el agua. Enjuágala con agua nueva y frota un poco con el estropajo o con el nanas. Ten en cuenta que si en lugar de una olla de acero inoxidable estás usando una sartén con teflón no podrás usar la parte dura del estropajo ni el nanas, ya que estropearías el recubrimiento antiadherente.
¡Listo! Ahora vuelve a lavar tu olla de forma habitual, ya sea manual o en lavavajillas, y la parte quemada debería haber desaparecido. Si te interesan estos trucos, aquí te contamos cómo limpiar la plancha.