El verano ya está aquí y aunque la estación como tal empieza este año de forma oficial el 20 de junio, las altas temperaturas ya se están cebando con nuestro país y en determinados momentos del día resulta más complicado lidiar con ellas si estamos en casa. Las noches empiezan a ser cada vez más calurosas y las horas centrales del día se hacen cada vez más cuesta arriba. Llega el momento de acudir a nuestro amigo el aire acondicionado.
Como cualquier otro electrodoméstico o dispositivo, el aire acondicionado también necesita un mantenimiento. Y es posible que hayas estado casi todo el año sin usarlo, igual que me ha pasado a mí, por lo que quiero contarte cómo he preparado yo mi aire acondicionado para recibir a este verano que ya está a la vuelta de la esquina.
Puesta a punto en 5 pasos del aire acondicionado para este verano
Limpia los filtros:
Es un punto tan imprescindible como tedioso. A nadie le apetece hacerlo, pero es muy importante y el primer paso para preparar tu aire acondicionado para este verano. Limpia los filtros del interior, ya que aquí es donde quedan atrapados los alérgenos y el polvo presente en el hogar. Si lo pones en marcha sin limpiarlos, el aparato se puede atorar o, peor aún, emitir una mala calidad de aire en casa, lo que puede desembocar en problemas de salud. Lee las instrucciones del fabricante para saber cuál es el mejor método para limpiarlos.
Si solo lo utilizas en verano, bastará con que los limpies en mayo/junio (justo antes de empezar a usarlo). Si lo utilizas con más frecuencia, durante todo el año (si tu casa es muy cálida o incluso si es una bomba de calor y también te da utilidad en invierno) deberías limpiarlo al menos dos veces al año, tres de forma más recomendable.
En caso de que veas que algunas zonas se han quedado como oscurecidas, eso significa que deberías cambiar los filtros y sustituirlos por unos nuevos.
Limpia el split y, si puedes, la unidad externa:
Para limpiar el split (en caso de que tengas) bastará con quitar el polvo que se haya podido acumular en el aparato y especialmente en la rejilla. Si percibes alguna zona donde se pueda condensar agua, incide aquí para evitar malos olores y bacterias. En el caso de la unidad externa, en la mayoría de los casos no es posible salir a la fachada para limpiarlo, por lo que en este caso puedes saltarte este paso o, si quieres ser muy purista, contratar a un profesional que lo haga, pero no parece imprescindible si tu aire acondicionado no te está dando ningún problema.
Comprueba el estado de la carga del gas refrigerante:
Es cierto que puede ser relativamente habitual que se pierda el gas refrigerante de los aires acondicionados. Si esto es así, hay que comprobar por qué sucede y lo mejor es acudir a un profesional, ya que puede ser debido a una avería y lo mejor es que lo revise un especialista en este tema. El gas refrigerante es imprescindible para que funcione correctamente y consiga enfriar la temperatura de nuestra habitación, por lo que sin duda es, además de una de las averías más comunes, también un punto muy importante que debemos tener en cuenta para que todo vaya como la seda.
Despeja la zona que está frente al split:
Puede ser que hayas “aprovechado” el invierno para acumular trastos delante del split del aire acondicionado. A todos nos pasa, sin embargo, recuerda que cuando lo quieras poner en marcha, la zona tiene que estar bien despejada por varios motivos. En primer lugar, porque si tenemos algo que lo obstaculiza el aire frío no saldrá bien y, por lo tanto, no obtendrás los resultados deseados de climatización. Además, también puede dañar los objetos que tengas delante, ya que si le da este aire de una forma tan directa puede provocar daños, en algunos casos, irreparables y sin ninguna duda es mejor que dediques un rato de una tarde a poner orden en casa y quitar lo que esté fuera de su lugar, que arrepentirse después porque las cosas se han estropeado o incluso porque el aire acondicionado no funciona bien.
Prueba todo antes de empezar a usarlo:
Y, por último, antes de que lleguen los días más preocupantes de calor, prueba todo el sistema y asegúrate de que funciona correctamente. Enciende el aparato, estate atento a posibles ruidos o vibraciones, comprueba que enfría bien y que puedes manipular los diferentes modos que tenga, además, también fíjate si el flujo de aire sale como debería y si la unidad no se recalienta mucho mientras está en funcionamiento o si es capaz de volver a su temperatura normal cuando lo apagamos.
¿Qué hacer en caso de fallo del aire acondicionado?
Si notas que algo no funciona como debería, te recomiendo seguir los primeros pasos que he mencionado en esta guía: comprueba que filtros y unidad están limpios y todo está bien colocado. Busca también posibles fugas en el circuito o averías que no dependan estrictamente del aire. En caso de no localizar dónde está el problema o si es algo que tú no puedes solventar rápidamente y de forma sencilla, lo mejor es que llames a un profesional de aire acondicionado para que repare la avería. Soy consciente de que muchas veces da pereza llamarlos por el precio que pueden cobrar o porque la cita te la dan para dentro de varios días (esta época del año es su temporada alta), pero es preferible esto a intentar hacer tú una reparación que probablemente termine en una avería mayor y entonces la complicación sea superior.
Por último, déjame darte un consejo. Recuerda que, si hablamos de climatización en el hogar, la temperatura es muy importante, pero también los niveles de humedad y de la propia calidad del aire, por lo que es posible que no solo necesites un aire acondicionado para pasar el verano. Tenlo en cuenta.
