¿Sabías que el mejor momento para poner a punto tus radiadores y sistemas de calefacción es el verano? Aunque suene contradictorio, no hay que esperar hasta que el frío ya esté aquí para acordarnos de ellos. Hoy te contamos cómo purgar los radiadores y prepararlos si no funcionan bien o si llevamos mucho tiempo sin usarlos. Mejoraremos su rendimiento y reduciremos nuestro consumo. Todo ventajas.
Cómo purgar los radiadores
En los radiadores con purgadores automáticos no tendremos que hacer nada, ya que precisamente su principal ventaja es que tienen la capacidad de expulsar el aire por sí mismos.
Sin embargo, cuando hablamos de radiadores con purgadores manuales tendremos que llevar a cabo este pequeño manual para ponerlo a punto. ¿Cómo saber si es necesario? En general, es algo interesante de hacer una vez al año, antes de la llegada del frío, pero hay ciertos indicadores que nos avisan si esto es necesario, por ejemplo, si escuchamos un ruido en su interior o si notamos que la parte superior está más fría que la inferior.
Para purgar los radiadores, debemos tener la calefacción apagada, para que no haya movimiento en el circuito. Ahora, cerramos la llave de paso de agua al radiador y giramos la válvula de purgado. Normalmente se encuentra en la parte superior del radiador y vamos a necesitar un destornillador o llave inglesa.
A continuación, dejamos la válvula abierta hasta que notemos que sale agua fluida, sin gorgoteos. Esto nos indicará que ya no hay aire en su interior.
Debes hacer esto en todos los radiadores que tengas en tu vivienda para que todo el sistema esté a punto. Es muy habitual que tras un tiempo de inactividad entre aire y sea necesario este proceso. Como ves, es muy sencillo de realizar y te puede evitar una buena avería.
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Vía | OCU
