Pocas cosas dan más gustito que encender una buena chimenea en un día frío de invierno. Si tienes la suerte de tener una en casa, seguro que ya sabrás también que no es oro todo lo que reluce. Es muy gustosa, muy bonita y nos da mucha paz… pero cuando la apagamos se puede quedar un olor especial (y no siempre agradable). Hoy te contamos cómo quitar el olor a humo de la chimenea si se ha quedado en el ambiente o incluso impregnado en paredes o muebles.
Trucos para quitar el olor a humo de la chimenea
Para quitar el olor a humo de la chimenea lo más fácil y el primer paso que deberíamos probar es con un ambientador con olor neutro. Esto sirve si el olor solo está en el ambiente, en el aire digamos, con unos cuantos toques podremos acabar con él. Por supuesto, una buena ventilación también es imprescindible (y necesario).
Pero cuando este aroma tan peculiar se ha quedado impregnado en paredes, muebles o incluso en la ropa, el cuento cambia. Para la ropa, lo más rápido es meterla en la lavadora y nunca introducirla en los cajones o armarios para que se propague a otras prendas.
Para las paredes o los muebles, lo mejor es crear una solución con agua y vinagre. Más o menos, una parte de vinagre por cada dos de agua. Impregnamos un trapo con esta mezcla y limpiamos las superficies a las que les queramos quitar ese olor. Aclara bien después y sécalo. Y listo.
Otra opción es colocar un vaso con vinagre diferentes zonas de la habitación donde esté la chimenea antes de empezar a quemar los troncos. Es un pequeño truco para que se minimice la expansión de los olores de este método de calefacción tan romántico.
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Aparte de limpiar las cosas con vinagre y agua, puede ser de ayuda tener perfumes de hogar para evitar así en cierta medida el olor a humo de la chimenea. Los perfumes para el hogar se pueden adquirir de forma online en una tienda especializada en fragancias.