La leche es uno de los alimentos más delicados que tenemos en nuestra nevera y, sin embargo, no siempre le prestamos la atención que merece. Por suerte, reconocer si la leche está en mal estado es bastante sencillo en la mayoría de los casos, ya que emite unos signos muy evidentes a todos los niveles. Cambian sabor, olor y textura. Incluso, a simple vista podríamos reconocerlo. Te contamos cómo hacerlo.
Cómo saber si la leche está en mal estado (a.k.a cortada)
Da igual si dices que la leche está en mal estado o cortada, ambos son sinónimos y en cualquier caso, no deberías tomarla para evitar problemas de salud. Aunque recientemente han salido unos estudios que están empezando a valorar si es tan malo como antaño se pensaba, es evidente que no merece la pena jugársela por un litro de leche y, si está cortada, mejor desecharla y no consumirla.
Para saber si la leche está en mal estado, lo primero que te puedes fijar es en el modo en el que cae al vaso. Si en lugar de ir totalmente líquida y fluida va como a trompicones, es una señal de que no va bien. Si tienes dudas, te recomendamos mover un poco el vaso o meter una cucharilla. Si la cucharilla sale como con tropezones o si estos quedan adheridos a las paredes del vaso, es otra señal.
A simple vista, se puede ver un poco turbia y nada uniforme. Es la señal más clara y te evitará tomarla, ya que con la vista lo podemos reconocer.
¿Sigues teniendo dudas? Un olor intenso o un sabor como agrio te darán las últimas pistas que necesitas.
Para evitar desperdiciar este alimento, te contamos cuánto dura la leche abierta en la nevera, un buen truco que te indicará si tienes que consumirla rápido o no.