Si te gusta preparar comidas que vayan más allá de lo tradicional probablemente tengas en cuenta a los ajos a menudo, y es que su sabor particular lo establece como uno de los ingredientes más interesantes a la hora de preparar una gran variedad de platos. Claro está que su conservación a veces puede jugarte una mala pasada.
Como es lógico para un producto de origen natural su conservación depende exclusivamente de las condiciones a las que se encuentre rodeado, por lo que la clave se focaliza en un almacenamiento adecuado que los mantenga frescos. ¿Quieres saber cómo lograr que tus ajos estén intactos por varios meses? A continuación repasamos algunos consejos útiles:
Mantén tus ajos alejados del sol y la humedad
El principal argumento por el que puedas notar que tu ajo se echa a perder es que no los has colocado en un lugar correcto dentro de tu cocina. Debido a su composición, el contacto con la luz del sol de forma directa o estar en ambientes húmedos hará que se reduzca notablemente su conservación. También la falta de ventilación puede ser contraproducente.
A la hora de comprar los ajos debes asegurarte de que su calidad sea la mejor posible, lo que se aprecia en una textura firme al contacto con tu palma, así como una cobertura de piel seca en su exterior. En cambio sí notas que son mucho más blandos, su exterior se muestra arrugado o con un color amarillento, probablemente evítalos si no vas a consumirlos de forma inmediata.
En conclusión, la mejor forma de conservarlos es dejarlos en un lugar fresco, seco, ventilado y oscuro. La temperatura ideal ronda los 15ºC, por lo que a diferencia de alimentos como los huevos, nunca los coloques dentro del refrigerador si no quieres que pierdan su textura o sabor original. Vale aclarar que sí es posible almacenarlos en un congelador para extender su uso por varios meses siempre que los peles y les quites el tallo de antemano, además de ponerlos dentro de una bolsa plástica en lo posible con un sistema de cierre hermético.
Un detalle final a considerar es que una vez cortados la cuenta regresiva entra en acción, por lo que siempre es mejor mantener el bulbo completo e incluso disponer de ajos trenzados le alargará la vida útil. Si esto no te es posible, puedes probar con cortar los distintos dientes y guardarlos dentro de un frasco de cristal, cubiertos completamente con aceite que les ayudará a mantener su esencia sin cambiarles su sabor original.
Y tú, ¿qué método utilizas para que los ajos duren más tiempo?