A la hora de hablar de cocina, hay muchísimas elaboraciones y técnicas. Es casi imposible conocerlas todas, a no ser que seas un profesional de la cocina, claro. Hoy te queremos hablar, a un nivel bastante amateur, sobre las diferencias entre hornear y asar, dos conceptos que suelen suscitar bastantes dudas y que, aunque parezcan muy similares, tiene algunas claves a destacar. Como diría Alejandro Sanz: no es lo mismo.
Cuáles son las principales diferencias entre hornear y asar
Es hora de empezar a hablar con propiedad y aprender qué es hornear y asar. Y para ello, empezamos con el primer concepto: qué es hornear. Se trata de una técnica con la que se bsuca que la comida expulse sus jugos o también podemos “ayudarla” añadiendo nosotros otros líquidos, por ejemplo, un poco de vino. Para llevar a cabo esta técnica, necesitamos un horno. Normalmente, la capa exterior no queda crujiente, a no ser que le pongamos a tope el grill en las últimas etapas del cocinado. Activar en determinados momentos el aire caliente del ventilador también nos puede ayudar a conseguir este toque más crunchy.
En el caso de asar alimentos, no vamos a neccesitar un horno y aunque también buscamos que los alimentos se cocinen en sus propios jugos, en este caso no queremos que expulsen líquidos. Para ello, se usa calor seco a alta temperatura desde el principio, lo que hace que se forme una costra (o capa exterior crujiente), que es la que impide que salgan los líquidos.
Ambos tipos de cocinado son muy similares y tienen una ventaja común: nos permite evitar las grasas para cocinar, por lo que nuestros platos son más saludables. De cualquiera de las dos maneras podemos cocinar pescados, carnes, verduras u hortalizas, entre otros, de un modo sencillo y sano.
Vía | Bosch