La energía solar es, desde lejos, la fuente de energía más abundante no solo en el mundo, sino también en el sistema solar, sin embargo, aprovecharla de manera eficientemente para competir con los combustibles fósiles sigue siendo un reto, pero un reto al que más temprano que tarde la humanidad tendrá que sobreponerse. Decimos más tarde que temprano puesto que, de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, la energía solar fotovoltaica es ya la fuente de electricidad más barata de la historia, y no solo eso, sino que también se puede apreciar un considerable aumento de instalación de placas solares en hogares de países desarrollados.
Cinco veces, así es como se ha abaratado la energía solar en los últimos nueve años, según la investigación realiza por la organización Our World In Data. La investigación revela que el costo promedio por unidad de energía fotovoltaica disminuyó de 38 centavos por kilovatio-hora en 2010 a siete centavos por kilovatio-hora en 2019.
¿Qué más nos dicen las cifras?
Pues para ponerlo en perspectiva, este pasado 12 de octubre Australia fue capaz de cumplir el 100% de la demanda energética de sus estados del sur enteramente con energía solar. El hito se logró a las 12 p.m. (hora estándar del este de Australia), con la energía solar de azotea proporcionando 992MW, es decir, el 76,3% por ciento de la demanda estatal, y la energía solar a escala de servicios públicos proporcionando 315MW adicionales.
Australia es uno de los países pioneros en la adopción de energía y autoconsumo solar, por lo que se trata de uno de los casos de estudio más optimistas para este tema, así que se hace necesario ver cómo les está yendo a nuestros vecinos europeos.
En este sentido, el gobierno británico admitió que las instalaciones generadoras de energía eólica y solar han resultado de 30 a 50% más económicas de lo inicialmente previsto. Asimismo, durante el primer trimestre de 2020, las energías renovables fueron capaces de suplir nada más ni menos que el 47% de la demanda eléctrica del país.
Mientras tanto, Alemania afirma haber obtenido resultados similares entre enero y junio de 2020, con el 42% de la energía consumida siendo producida por el sol y el viento. No obstante, está de más decir que Alemania es el país europeo con más instalaciones de energía solar, por lo que lleva una ventaja considerable sobre otras naciones, así que tal vez debamos examinar un ejemplo más cercano para tener una mejor perspectiva, y ese ejemplo no es otro que España.
Energía solar en España
España se está convirtiendo rápidamente en un líder europeo en energías renovables, el cual activamente está desarrollando soluciones de implantación de centrales fotovoltaicas y exporta esta tecnología otros países.
También tiene a favor el clima y la posición geográfica cuando se le compara con otros países del continente, puesto que sobre cada metro de suelo cuadrado inciden 1.500 kilovatios de energía-hora al año.
Sin embargo, la nación todavía tiene un largo que camino por recorrer hasta hacer este tipo de energía una de las principales, pero al menos podemos decir ya se está marchando en la dirección correcta después de mucho traspié, puesto que tan solo para 2019 se logró incrementar la capacidad de producción en 1.100MW.
Tal como lo demuestran los datos ofrecidos por la REE (Red Eléctrica de España), la energía fotovoltaica subió su potencia total instalada de 4.714MW a 5.817 entre 2018 y 2019. Por si fuera poco, las predicciones a futuro lucen bastante optimistas.
Un análisis realizado por el observatorio de la sostenibilidad demostró que el territorio nacional tiene la capacidad de desplegar hasta un millón de paneles solares en tejados para 2025. Esto último se traduce en 17.603 hectáreas de tejados, lo que a su vez se traduce en la posibilidad de abastecer una población de 7.5 millones de habitantes diariamente.
No podemos hablar de autoconsumo en España sin traer a colación Andalucía, dado que se trata de la comunidad autónoma con mayor irradiación anual de toda la península, contando con el 20.4% de la energía solar fotovoltaica del país.
Si la innovación sigue su curso en materia de almacenamiento y captación de energía solar fotovoltaica, entonces no nos cabe duda de que no solo el futuro, sino también el presente, lucen brillantes para las fuentes de energía renovables.
