Los frigoríficos americanos son muy usados hoy en día gracias a las ventajas que ofrecen sobre los frigoríficos combi comunes y corrientes, donde podemos mencionar el amplio tamaño que ofrecen para colocar los alimentos (y también el número de compartimientos), la posibilidad de regular la temperatura por zonas, la eficiencia energética y el conveniente dispensador de agua y hielo que nos ahorra tener que abrir las puertas, eso por no mencionar el apartado estético (ese look hollywoodense mola). Si estás considerando la compra de uno probablemente ya sabías todo esto, pero hoy venimos a decirte que hay otro factor importante a tener en cuenta y que no es tan obvio, estamos hablando de sí es un frigorífico americano con depósito interno o con toma de agua.
En este orden de ideas, las neveras americanas de venta en Canarias y muchos lugares del mundo vienen en dos variedades: con depósito interno o con conexión a la red de agua. La primera opción se explica por sí misma, un depósito dónde vertimos al agua y que hemos de reponer a medida que se vaya vaciando, mientras que la segunda implica conectar la nevera a una toma de agua como la del lavavajillas.
Puede que a simple vista la segunda opción parezca la más conveniente, pero lo cierto del caso es que ambas vienen con su propio conjunto de ventajas y desventajas, y eso es lo que veremos a continuación.
Frigorífico Americano con depósito interno
Virtualmente no hay ninguna ventaja significativa en un frigorífico americano con depósito interno más allá de que puede salir más económico (dependiendo del modelo) y de que podemos controlar la calidad del agua que dispensará. Sin embargo, esto último podría hacer toda la diferencia del mundo dependiendo de dónde estemos.
La gran desventaja de este sistema es clara, tendremos que reponer el agua que consumimos de manera manual, y si elegimos un modelo con depósito de baja capacidad o tenemos una familia grande, pues… tendremos que hacerlo muy a menudo. “Si quieres agua bien fría, llena la jarra todos los días”, reza un dicho local que ilustra bien el problema.
Frigorífico americano con toma de agua
La segunda alternativa tiene la gran ventaja de que nos podemos despreocupar del clásico inconveniente de llenar la jarra todos los días o, en este caso, el depósito. Con este sistema el dispensador estará listo en todo momento y no debería faltar agua o hielo en nuestro hogar, pero hay dos detalles importantes a considerar.
Para empezar, esto requiere instalación y tener una línea de agua potable disponible, así como también un mantenimiento esporádico de dicha instalación.
En segundo lugar, la viabilidad de conectar la nevera a la red también depende de la calidad del suministro de agua. En algunos lugares del mundo, como por ejemplo Canarias y países latinoamericanos, la calidad de agua del grifo es baja, apenas aceptable para el consumo humano, y en ese caso le estarías haciendo un deservicio a tu familia y a ti mismo, por lo que en esos casos es preferible optar por un frigorífico americano con depósito interno.
Obviamente esa última consideración depende de dónde vivas y la calidad del suministro de agua, así que es relativo. Con todo eso dicho, esperamos que ya sepas todo lo qué hay que saber a la hora de elegir un frigorífico americano.
Asimismo, si tu frigorífico actual presenta problemas de pérdida de agua, aquí listamos las principales causas y soluciones a ese problema.