Que se estropee la lavadora es una faena. Uno de los problemas que pueden ser más habituales es que la lavadora no centrifuga. El centrifugado es una parte imprescindible del proceso de lavado, ya que ayuda a reducir la humedad de la ropa. Si no centrifugásemos, saldría totalmente mojado. Por eso, cuando compramos una lavadora, las revoluciones por minuto del centrifugado es uno de los datos en los que nos debemos fijar. Para que te hagas una idea, un centrifugado de 1000 rpm puede reducir la humedad de la ropa en un 50%.
Si tu lavadora no centrifuga, te damos a continuación algunas de las causas más habituales.
La lavadora no centrifuga a veces
Si el problema se presenta solo en algunos lavados, lo más habitual es que se trate de un problema en la carga. Si metes mucha ropa o muy poca, el tambor puede sufrir un desajuste y no iniciar el proceso de centrifugado. Ten esto en cuenta.
Problemas permanentes de centrifugado
Pero en caso de que te ocurra siempre, hay que hacer una revisión más en profundidad. Las causas más sencillas son las que afectan al cableado o al tubo de desagüe. Puede ser que estén doblado, desconectados (en caso del cable) u obstruidos (tubo). Bastaría con ponerlos bien o reemplazarlos si están rotos y problema solucionado.
Sin embargo, cuando el problema viene de la bomba de agua, del condensador de arranque o del motor, tendrás que llamar al servicio técnico, ya que se trata de una avería más complicada. Al igual que te hemos dicho que el cableado o el tubo de desagüe son sencillos de cambiar por ti mismo, no te recomendamos hacer lo mismo si el problema viene de otra pieza o componente más importante, ya que en estos casos debes llamar a un especialista.