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Microplásticos en la comida de Mercadona, ¿qué está pasando?

En los últimos días se está hablando mucho en redes acerca de la presencia de microplásticos en la comida. Cuentas de Instagram como la de Carlos Ríos, uno de los nutricionistas más conocidos de nuestro país, están recibiendo a diario numerosos testimonios acerca de consumidores que encuentran estos microplásticos en la comida que compran en grandes superficies como Mercadona. No es la primera vez que escuchamos hablar sobre problemas en los alimentos. De hecho, en Gizhogar nos hemos hecho eco de varios productos que han sido retirados por motivos diferentes, como la presencia de burundanga en estas galletas sin glúten.

Ahora, el tema va por otro lado. La presencia de microplásticos en la comida parece no ser suficiente motivo para que estos productos se retiren y es que no es algo que afecte a un único producto. Pueden estar en todos. Pero, ¿qué son exactamente los microplásticos, cómo reconocerlos y por qué son peligrosos? A continuación te contamos qué está pasando, qué dicen los estudios y qué podemos hacer, como usuarios y consumidores, si encontramos estos cuerpos extraños en nuestra comida.

¿Qué son los microplásticos en la comida y cómo reconocerlos?

Si alguna vez te has encontrado con un pequeño trocito de color azul en los alimentos que has comprado en el supermercado, tenemos que decirte que no es otra cosa que un microplástico.

A veces es muy difícil encontrarlo porque es muy pequeño y al ingerirlo, si no vamos casi con una lupa, no nos damos cuenta. En otros casos, el tamaño es más generoso y sí que es relativamente fácil verlo a primera vista y retirarlo. Incluso, podemos detectarlo cuando ya tenemos la comida en la boca, si notamos de repente un cuerpo extraño lo mejor es siempre sacarlo y comprobar qué es lo que estamos comiendo. Con la alimentación no se juega y con la salud menos todavía. Consumir estos microplásticos puede tener repercusiones para nuestra salud, como veremos más adelante en este artículo.

microplasticos en comida

¿Por qué aparecen microplásticos en la comida?

En la mencionada cuenta de Instagram de Carlos Ríos hay un interesante destacado en el que se pueden ver decenas de casos de usuarios que han encontrado estos microplásticos en la comida que han comprado en supermercados, especialmente Mercadona y en productos como congelados y productos cárnicos (como hamburguesas, embutidos…).

Ríos se ha puesto en contacto con Mercadona y la respuesta de la cadena de supermercados ha sido esta: “El plástico azul se usa en el material de envasado por toda la industria alimentaria y su color es como medida preventiva para facilitar su identificación en el proceso de elaboración”.

Según el National Geographic, esto no es nada nuevo. De hecho, han analizado los datos “de 26 estudios distintos, lo que representa más de 3.600 muestras procesadas. Al evaluar aproximadamente el 15% de la ingesta calórica de los estadounidenses, estimamos que el consumo anual de microplásticos puede variar entre las 39.000 a 52.000 partículas, según la edad y el sexo”, según apunta el comunicado de prensa emitido por la Asociación Americana de Química (ACS).

¿Qué consecuencias puede tener para la salud?

Consumir microplásticos puede tener importantes consecuencias para la salud. Según apunta La Vanguardia, entre ellas, un reciente estudio elaborado por la Universidad de Campania Luigi Vanvitelli (Italia), con una muestra de 257 personas, han encontrado placas de ateroma en las arterias caróticas, un problema muy importante que puede restringir el flujo de sangre al cerebro y provocar un ictus. Estas personas necesitaron una intervención quirúrgica y, según los resultados publicados en The New England Journal of Medicine, el 58% de estos pacientes tenían residuos de plástico en las placas de ateroma.

Además, también se han detectado microplásticos en otros órganos importantes, como los pulmones o el hígado, además de en la orina, en la leche materna, en la placenta o en la sangre.

A priori, un caso aislado no debería representar un riesgo grande para la salud, siempre que no sea un trozo muy grande que podría provocar ahogamiento y asfixia. Sin embargo, no hay que olvidar que los plásticos no están diseñados para ser ingeridos, por lo que la acumulación de estos puede provocar a medio plazo importantes problemas de salud.

Si encontramos microplásticos en la comida, ¿qué podemos hacer?

Quizá la respuesta más lógica sería no comprar dichos alimentos y comunicarlo a algún responsable del supermercado para que lo retiren de la venta. Lo que pasa es que esto no es tan sencillo, ya que la mayoría de las veces no se ve a simple vista con los productos embalados, por lo que es habitual que terminemos llevándonoslo a casa y descubramos el pastel allí.

No se trata de volverse paranoico o de sacar la lupa, pero sí sería interesante, antes de consumir algo, hacer una inspección visual para tratar de encontrar estos microplásticos (en caso de que existan) y así no consumirlos. Si los encuentras, retíralos inmediatamente y no los pongas en el plato, por muy pequeños que parezcan.

A continuación, contacta con atención al cliente del supermercado donde lo hayas comprado, mediante un correo eléctronico para que quede constancia, indicándoles el producto, el número de lote, la fecha de caducidad y, si es posible, adjunta una fotografía del microplástico encontrado. De este modo, podrás contribuir a que se realice una investigación al respecto y, sobre todo, que se ponga más cuidado durante el proceso de embalaje, que es donde parece que está el problema. También puedes acudir al puesto de atención al cliente de tu supermercado habitual y poner una reclamación aquí. Solo si entre todos dejamos constancia de lo que está sucediendo podremos cambiar esta neglicencia.

No sirve de nada quejarse solo en redes o contárselo a la vecina. Al igual que con cualquier otro caso similar. Es muy importante ponerlo en conocimiento del proveedor o del supermercado. Solo si reciben muchas quejas al respecto tomarán conciencia de este tema y no lo interpretarán como algo aislado a lo que no hay que prestar atención. La unión hace la fuerza y los consumidores somos quienes tenemos la última palabra.

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