Todos conocemos el ventilador del horno, pero, ¿sabes usarlo correctamente? ¿Hemos entendido para qué sirve exactamente o solo lo activamos por pura inercia? Hoy queremos resolver estas dudas y ayudarte a usar tu horno de la mejor manera posible para sacarle todo su partido.
Qué es el ventilador del horno y para qué sirve
La definición es muy sencilla y estamos seguros que todos sabemos qué es este elemento de tu horno. Se trata de un componente que permite repartir el aire caliente en el interior del aparato. Gracias a esta circulación, los alimentos se cocinan de una forma más rápida. Al circular aire caliente, la comida consigue calor más inmediato y de una forma más uniforme.
Cuándo usar el ventilador y cuándo no
Entonces, si tan bueno es, ¿hay que usar siempre el modo del horno con ventilador? En realidad, no. El ventilador es muy bueno para evitar que los alimentos pierdan mucho líquido y también que crezcan de volumen más rápido. Por eso, se recomienda para recetas rápidas, como hornear pan, preparar ciertos postres como bizcochos o cocinar carnes de las que no queramos que suelten mucho jugo.
Por eso, no se recomienda en los casos en los que la receta de repostería requiera mucho tiempo, ya que usar el ventilador durante más de diez minutos puede hacer que nuestro postre se reseque demasiado (especialmente en el caso de panes, bizcochos, ciertas tartas…). Tampoco si vas a preparar una carne durante mucho tiempo y quieres que suelten bien su jugo. En este caso, es mejor optar por el calor arriba y abajo, sin ventilador.
Como último consejo, te podemos indicar que cuando queramos gratinar, por ejemplo, una lasaña, lo ideal es que cuando ya le queden apenas diez minutos de horneado le metamos bien de grill para conseguir este efecto gratinado.
Por cierto, ¿quieres saber cómo limpiar el horno? Te lo contamos.