Todos hemos comprado alguna vez una pizza de supermercado, incluso, algunos las tienen como habituales en su cesta semanal para darse un caprichito los fines de semana. Este es el motivo por el que también todos sabemos que la calidad y el sabor de estos productos no se puede comparar con los de una pizza de pizzería o incluso una hecha en casa, incluso si no tienes muchos conocimientos de cocina. Sin embargo, para ayudarte a que tu cheat meal day sea lo más sabroso posible, hoy queremos ayudarte a despejar la X en la batalla entre pizza congelada o pizza refrigerada. ¿Cuál es mejor y cuáles son sus diferencias? Te lo contamos.
5 cosas que debes saber si dudas entre pizza congelada o pizza refrigerada
La mayor diferencia reside en su modo de conservación. La pizza congelada o ultracongelada se debe guardar en el congelador, a temperaturas bajo cero y normalmente no requieren descongelación previa, si no que van directamente al horno. Por su parte, la pizza refrigerada se conserva en nevera, a una temperatura fría pero nunca bajo cero y también va directa al horno.
En cuestión de sabor más natural, suele ganar por goleada la pizza congelada. El proceso de congelación permite crear recetas algo más elaboradas y los alimentos conservan mejor sus propiedades organolépticas. Por tanto, en la medida de lo posible, opta por las pizzas congeladas.
Otra pregunta importante, ¿cuál dura más? Obviamente, mientras que las pizzas refrigeradas no aguantan más que unos días o alguna semana (en el caso de las que van cargaditas de conservantes), las pizzas congeladas duran más.
Y, por último, sea cual sea la que escojas, te animamos a mejorar la receta. Añádele algo más de ingredientes si ves que viene justita, échale un chorrito de aceite de oliva para que quede más jugosa o incluso ponle mucho más queso antes de hornear. Verás la diferencia.
Y si quieres preparar en casa una versión mucho más saludable, aquí te dejamos la receta de masa de pizza de coliflor.