Si nos lees a menudo, ya sabrás que nos gusta ofrecerte reviews de electrodomésticos, pero también trucos y consejos para mantener tu hogar en las mejores condiciones y sin que le dediques demasiado tiempo a la limpieza. El consejo que te queremos dar hoy va más en la línea de ayudarte a maximizar la vida útil de los electrodomésticos. Concretamente, te contamos por qué siempre deberías dejar la puerta del horno cerrada, incluso cuando acabas de terminar de cocinar y quieres que se enfríe.
Los expertos recomiendan dejar siempre la puerta del horno cerrada
Es algo muy curioso, ya que la mayoría de nosotros lo hacemos al revés: cuando terminamos de cocinar, dejamos la puerta del horno abierta hasta que su interior esté frío y una vez enfriado ya la cerramos. Sin embargo, hace poco me encontré con un dato muy curioso: lo estamos haciendo mal. Si leyésemos con atención los manuales de instrucciones de los hornos, veríamos que la mayoría de los fabricantes recomiendan tener la puerta cerrada en todo momento y especialmente en el proceso de enfriado.
El motivo es doble. Por un lado, los cambios bruscos de temperatura pueden dañar las gomas del horno y hacer que su interior se dilate. Esto provoca que la vida útil de este electrodoméstico se acorte y que, por tanto, tengamos que cambiar antes de modelo, con el consiguiente gasto económico y medioambiental que esto provoca. Pero hay más. El segundo motivo es que la salida del calor puede estropear los muebles y electrodomésticos que están junto al horno.
Seguro que nunca te habías planteado esto. Así que, a partir de ahora, ya sabes: enfría siempre el interior de tu horno con la puerta cerrada para mejorar la durabilidad de este importante electrodoméstico y del resto de componentes de tu cocina.