Tal vez nunca te lo habías preguntado, pero sin duda es un tema que da para debate. ¿Por qué el congelador no tiene luz, pero el frigorífico sí, cuando tenemos un combi? Esto es una tradición que se remonta a los primeros electrodomésticos de este estilo, pero que muchos fabricantes todavía mantienen. Vamos a explicarte por qué.
El congelador no tiene luz, pero… ¿por qué?
Es cierto que algunos modelos actuales ya incluyen luz también en el congelador. Y es que, a día de hoy, algunas de las limitaciones que existían hace unos años ya no están.
Los motivos principales por los que decidieron no ponerle luz a los primeros congeladores son los siguientes:
- El congelador no está pensado para ser abierto continuamente: La nevera la abrimos varias veces al día y necesitamos ver bien todo el interior. Sin embargo, la razón de ser del congelador es almacenar comida durante largos períodos de tiempo, por lo que ubicar luz aquí era innecesario.
- El hielo podía tapar esta luz: Actualmente, los congeladores ya tienen No Frost, una tecnología que evita la aparición de escarcha y que favorece que no tengamos que hacer el proceso de descongelación manual que se hacía antes. Sin embargo, cuando los congeladores sí producían escarcha, esta aparición de hielo podía bloquear la luz, por lo que era ineficiente que contase con ella.
- El precio de la luz: A día de hoy tenemos iluminación LED en el interior de nuestras neveras, que tienen un coste de luz muy bajo. Pero antes se utilizaban otro tipo de bombillas que sí generaban un mayor coste, por lo que fue otro de los motivos por los que se decidió eliminar este componente.
A día de hoy, algunos modelos de congeladores ya tienen luz, pero otros siguen manteniendo esta tradición. ¿Tú qué opinas? ¿Cuál de las dos opciones te parece mejor?
Vía | PBS