La goma de la nevera es uno de los elementos menos tecnológicos de la cocina y sin embargo tiene una importancia mucho mayor de lo que puedes imaginar. Si la goma no se encuentra en el estado en que debería estar, podemos tener problemas con nuestro frigorífico, ya que no cerrará bien y esto puede derivar en una pérdida de frío, estropear los alimentos… Hoy hablamos sobre los problemas con la goma de la nevera que pueden surgir y cómo arreglarlos en cada caso.
Problemas con la goma de la nevera: los más habituales
Goma sucia: Si te viene un olor desagradable cada vez que lo abres, deja de buscar ese cherry que se te ha podido quedar olvidado y mira en la zona de la puerta. ¿Huele mal? Es posible que la goma esté sucia. Para ello, lo más recomendable es limpiarla con un paño humedecido en algún tipo de producto desinfectante, tipo Sanytol. Para las zonas más complicadas puedes usar pasta de dientes. Recuerda siempre aclararlo todo bien cuando termines de limpiar.
Goma despegada: Si tu frigorífico no cierra bien, es posible que se haya despegado este elemento. Comprueba dónde ha perdido su sellado y puedes volver a ponerla en su sitio, con cuidado, utilizando una pistola de calor.
Goma rajada: En algunos casos, cuando no sea posible reparar la goma porque esta misma ya esté rota, tendrás que optar por sustituirla. Puedes comprarla y pegarla tú misma con la pistola de calor mencionada, pero ten en cuenta que es un trabajo que exige mucha perfección, ya que la nevera debe quedar perfectamente sellada. Si no eres muy manitas, opta por el servicio técnico para que te ayude con esta labor.
No dejes que un problema con la goma de la nevera estropee tu comida. A veces arreglar algo que no funciona es tan fácil como esto.
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