Hoy en día muchas pequeñas y medianas empresas, dado el tipo de negocio al que se dedican, necesitan contar con determinados materiales de embalaje que les permitan sujetar o fijar cajas, piezas, palets y otros productos almacenados, para después transportarlos con las máximas medidas de seguridad. Y sin duda el elemento perfecto por su eficacia para realizar esta labor es el fleje. En este artículo queremos explicaros de una manera sencilla qué son los flejes, los diferentes tipos que hay y en qué casos es mejor usar uno u otro.
¿Qué es un fleje?
Empezamos diciendo que los flejes son cintas o tiras especialmente preparadas para llevar a cabo embalajes profesionales. Se utilizan para cerrar cajas, agrupar varias unidades en un único bulto, fijar una carga o incluso son usados como una especie de asa de transporte.
Tipos de flejes
Hay que reseñar también que podemos encontrar los flejes en diferentes materiales, dependiendo del uso que le vayamos a dar. Igualmente, antes de decidirnos por un tipo u otro, tendremos que valorar las características del producto que vamos a manejar (peso y dimensiones), así como el medio de transporte que se va a utilizar. Principalmente podemos distinguir dos tipos:
Fleje Plástico
Con esta clase de fleje vas a lograr realizar el flejado de palets, paquetes o cajas de cartón más seguro. El fleje plástico destaca por su gran resistencia frente a las roturas, lo que garantiza la protección del producto. Se utiliza mucho cuando hay que juntar varias cajas de cartón, de manera que formen un único bulto, para facilitar su transporte. En este proceso es obligatorio echar mano de distintos sistemas de unión (hebillas, grapas, etc). Obviamente para cada uno de ellos se recomiendo un tipo de flejadora específica. De esto hablaremos más adelante.
El fleje de plástico o de polipropileno, es el ideal cuando trabajamos con productos de poco peso, y que tienen un tiempo de almacenaje corto. Si tienes que mover materiales más pesados, es mejor optar por flejes de poliéster, que dadas sus propiedades ofrecerán un mejor rendimiento. Finalmente, también existen los llamados flejes textiles, que son más recomendables cuando hay que desplazar cargas en exteriores.
Fleje Metálico
Toca ahora hablar del fleje metálico, normalmente de acero, que ha sido pensado para almacenar o transportar cargas pesadas y de gran volumen. Su dureza y resistencia es mucho mayor que las que brinda el fleje plástico. Tiene en contra que es algo más costoso.
Vamos acabando este apartado, comentando que el fleje suele estar disponible en varios colores y en bobinas con distinto espesor, anchura y longitud.
Máquinas flejadoras
Ahora toca hablar de las distintas posibilidades de llevar a cabo este proceso. Para flejar podremos escoger entre 3 tipos de flejadoras, cuya elección estará en función del uso que le vayamos a dar.
Flejadora manual
La flejadora manual es muy ligera y fácil de usar. Esta herramienta te va a servir para tensar el fleje y se suele combinar con hebillas metálicas para lograr una mayor fijación. Lo único que hay que hacer es tensar hasta conseguir la tensión deseada. En apenas un par de minutos ya tendremos el fleje bien hecho.
Flejadora Automática
Conviene aclarar que aunque se le denomina automática, se realiza “manualmente”. Lo que sí es automático es el mecanismo de tensado del fleje. La flejadora automática desde luego es una de las más versátiles que hay.
Flejadora Eléctrica
Este tipo de flejadoras se encargan de flejar la mercancía sin tener que moverla del sitio y llaman la atención por su facilidad de uso. Se aconseja la flejadora eléctrica cuando hay que emplearla con frecuencia, ya que se economiza mucho tiempo a la hora de ejecutar el flejado.