Este es uno de esos artículos a los que seguramente llegues si has tenido un accidente cocinando, pero realmente deberíamos prestarle atención antes de que suceda el percance, para saber cómo reaccionar. Por eso, vamos a ir directos al grano. Hoy te contamos qué hacer si te has quemado en la cocina en tres sencillos pasos y qué no hacer, para desterrar, por fin, esos mitos que no le vienen bien a nadie y que solo pueden empeorar la situación.
Qué hacer si te has quemado en la cocina: 3 pasos imprescindible
Lo primero de todo es meter la superficie quemada en agua fría durante unos 10 minutos. Es importante no ponerte directamente bajo el chorro del grifo. Si no quieres tener el grifo abierto tanto tiempo, llena un bol o el lavabo del mano y sumerge la superficie quemada (normalmente suelen ser las manos).
Cuando transcurra este tiempo, aplica una crema especial para quemaduras. Revisa en el botiquín, porque si tienes cremas cicatrizantes o similares te van a servir. Eso sí, lee antes el prospecto para ver si realmente es útil para este caso y cómo y cuánto se debe aplicar.
Por último, envuelve la zona con un apósito o gasa para que esté protegida del aire, ya que tenerla al descubierto le puede afectar.
Esto es lo que debes evitar para las quemaduras
Por otro lado, queremos destacar que hay muchísimos leyendas urbanas en torno a qué hacer con las quemaduras de cocina y queremos avisar de que usarlas puede empeorar la situación. NO te apliques pasta de dientes, aceite, patata, cebolla… Pueden desprender vapores o tener ciertos componentes perjudiciales para la quemadura. Los productos grasos (como el propio aceite ya mencionado), al contrario de lo que popularmente se cree, no van bien, ya que no van a hidratar la zona, lo que van a hacer es crear una película protectora que impedirá que salga el calor de la zona. Tampoco uses hielo directamente sobre la herida (el hielo también quema).
Por cierto, ¿conoces para qué sirve una tirita inteligente?
