Llega ese momento de la semana en qué es momento de lavar toda la ropa sucia. Se enchufa el electrodoméstico a la corriente, se mete la indumentaria en su interior y se deja todo preparado. Sin embargo, al comenzar el proceso hay algo que no va bien y uno se da cuenta que el dispositivo ha dejado de funcionar correctamente. Sí, es momento de Reparar nuestra lavadora y muchos detalles entran en consideración.
Reparar nuestra lavadora como otros equipos tecnológicos puede ser un verdadero dolor de cabeza y el desconocimiento sobre el proceso de arreglo puede llevarnos a tomar decisiones totalmente equivocadas. Dónde encontrar un lugar que sea confiable (tales como la reparación de pequeños electrodomésticos en Madrid) y determinar si vale la pena gastar en ellos en vez de uno nuevo son las principales dudas de los usuarios.
¿Cuáles son los problemas más habituales de los electrodomésticos?
En primera instancia hay que asegurarse que realmente es el electrodoméstico el que está en problemas y no son errores que uno mismo está cometiendo, desde cuestiones simples como las conexiones hasta comprender los distintos modos de funcionamiento que tiene cada modelo.
Si se trata de Reparar nuestra lavadora, lo más habitual suele sucederse sobre el tambor y la incapacidad de girar, pues básicamente puede haber problemas sobre tres sitios de su estructura: en el programador, en el motor o en la correa. También puede que el tambor funcione pero intermitentemente o haga mucho ruido, algo que llevará a analizar los mismos componentes mencionados.
También el ingreso de agua suele ser un problema común, pues la denominada “electroválvula” que se encarga de dejar pasar el agua suele fallar por acumulaciones de cal o directamente dejar de funcionar por un fallo eléctrico. Allí, no queda más remedio que recurrir a empresas confiables como puede ser la Reparación de lavadoras en collado Villalba.
Cada equipo tiene su propio mundo, por lo que por ejemplo un frigorífico tendrá fallos en su compresor, es decir el motor interior que trabaja constantemente para enfriar a una temperatura predeterminada, a la vez que la acumulación de hielo es otro de los fallos más habituales (aunque los modelos más recientes hagan hincapié en ello).
Finalmente, el lavavajillas es otro que suele necesitar de reparaciones constantes, y es que los problemas de desagüe son comunes por el taponamiento de restos de comida, lo mismo que cuando la pastilla no se disuelve debido a que algo obstruye la salida del chorro de agua que entra en contacto con el detergente.
¿Cuándo es más aconsejable reparar nuestra lavadora y cuándo debemos cambiarla por una nueva?
Seguidamente de llevar la lavadora al servicio técnico y anoticiarse del problema que tiene, entra en acción la pregunta sobre qué decisión tomar: si gastar dinero en arreglarla o simplemente hacer una alta inversión sobre un nuevo modelo.
Lo cierto es que cada situación es muy particular pero el análisis a realizar no es otro que tomar en cuenta los costos económicos. Al igual que en casi todos los electrodomésticos existentes, estos tienen una vida útil aproximada (las lavadoras duran alrededor de 10 años), por lo que es vital saber cuánto tiempo más funcionaría en caso de arreglarla.
En líneas generales suele ser más barato reparar nuestra lavadora que salir a comprar una nueva (hace poco hablamos de la potente Siemens WM14T491ES), ya que los precios no son nada accesibles si se quiere un modelo que tenga lo último del mercado. Así, si el arreglo está claramente por debajo del precio de lo que se pagó en su momento por ella y de lo que cuesta un nuevo electrodoméstico con prestaciones similares, es recomendable seguir adelante con ello.
¿Qué derechos tengo cuando solicito una reparación?
Dependiendo la empresa que se contacte, puede haber varios malentendidos y acciones orientadas a perjudicar al usuario a costa de su desconocimiento de los problemas técnicos. Sin embargo, muchos no saben que tienen varios derechos de información a los cuales acceder en este proceso y que se detallan desde el siguiente enlace.
Por ejemplo, las piezas de recambio son uno de los grandes problemas resultantes de las irregularidades, y es que la ley exige que las piezas estén disponibles al menos 5 años desde que el producto deja de fabricarse. También si un producto se dañe tras los seis meses de garantía, las empresas suelen exigir al consumidor que demuestre que es un problema de origen, algo que en general le resulta imposible.
En caso de tener garantía, nunca hay que recurrir a un establecimiento no autorizado, ya que automáticamente esta pierde todo valor oficial, mientras que en ningún caso pueden cobrar la reparación, ni el desplazamiento, ni la mano de obra ni las piezas sustituidas (y por ende tampoco darán factura). El servicio no tiene ninguna obligación de darle al comprador las piezas sustituidas.
Para terminar, siempre se debe mostrar al público el precio de la mano de obra, los costes de desplazamiento o transporte y la indicación del horario en un presupuesto de reparación. Las mismas también tienen su propia garantía, que es de seis meses durante el periodo de garantía legal y de hasta tres meses pasado este periodo (en Cantabria son 4 meses y en Cataluña 6 meses).
En conclusión, hay que estar muy atentos a la hora de reparar nuestra lavadora y otros electrodomésticos del hogar. Tú, ¿has tenido algún problema en estos casos?