Una de las mayores incomodidades del invierno es la logística de las coladas. Esta época del año tiene muchas ventajas: desde esas tardes de pelis, palomitas y mantita son estupendas, también los platos de cuchara o las duchas calentitas. Sin embargo, el frío o la humedad del ambiente pueden representar un desafío cuando llega el momento de secar la ropa. Si vives en un lugar con poco sol en invierno, la cosa se complica más todavía porque tender en el exterior no parece ser una solución. Hoy te ayudamos con el reto de secar la ropa dentro de casa en invierno, para que esta temporada consigas llevar al día tus coladas y que no se te vayan acumulando.
Primero, queremos contarte por qué es tan complicado secar la ropa en invierno para a continuación darte algunas ideas para secar la ropa dentro de casa en invierno de una forma más fácil y rápida.
¿Por qué no se seca bien la ropa en invierno?
En verano no paramos de quejarnos del calor, de las temperaturas asfixiantes… Sin embargo, reconócelo. Es un gustazo eso de sacar la ropa de la lavadora y que en media hora esté lista para guardarla, totalmente seca. Esto en invierno se convierte en una misión imposible. Y, además, la cosa se complica todavía más teniendo en cuenta que tenemos más ropa que lavar: la ropa es más gruesa, utilizamos más capas… Una auténtica odisea para muchos.
Entre los factores y obstáculos que nos complican esta tarea, encontramos los siguientes:
- Temperaturas muy bajas: no es lo mismo que la temperatura ambiente sea de 35ºC a que sea de 8ºC. Esto, obviamente, ralentiza muchísimo el secado de la ropa, ya que con el frío nos va a costar mucho más conseguir retirar la humedad de la ropa.
- Clima húmedo: si no vives en un lugar necesariamente frío, pero sí en un sitio donde llueve mucho, entonces el clima húmedo empeora también la capacidad de secado de la ropa. Esto es debido al vapor de agua en el ambiente. No lo vemos, pero está ahí y a las fibras de la ropa les afecta mucho.
- Peor ventilación: cuando hablamos de secar la ropa dentro de casa en invierno, tenemos que tener en cuenta que, en general, la ventilación es muy escasa, casi nulo. En verano solemos tener las ventanas abiertas, creando corrientes incluso, mientras que en invierno, para que no se nos congele la casa, tendemos a tenerlo todo más cerrado. Esta falta de ventilación también empeora el secado de la ropa.
- Tejidos con secado más lento: ya lo hemos adelantado, pero el tipo de tejidos de la ropa de invierno hace que se seque mucho más lento. En verano los tejidos más habituales son de secado rápido, más finitos… Todo esto influye y se nota mucho a la ropa de secar la ropa (incluso seguro que te ha pasado que en verano la ropa sale casi seca de la lavadora).
¿Cuál es la mejor manera de secar la ropa dentro de casa en invierno?
Siempre que sea posible, lo mejor es secar al aire libre. Aprovecha todo lo posible las horas centrales del día, aquellas en las que las temperaturas son un pelín más elevadas. Es un tipo de secado mucho más natural y rápido, sin embargo, en determinados momentos, por ejemplo, esa temporadas de lluvias incesantes o de frío extremo la cosa se complica. También hay casos en los que directamente no tenemos espacio y tenemos que secar la ropa dentro.
Una secadora es la mejor opción para acabar con este problema. Te recomendamos que optes por un modelo que dé buenos resultados, ya que a veces por ahorrar un poco de dinero puede ser que los resultados no sean los esperados. De hecho, no todas las secadoras nos sacan la ropa totalmente secas, pero sí que ayudan bastante a reducir muchísimo los tiempos necesarios para secar la ropa en interiores. Como recomendación de las secadoras, lo mejor es que no la cargues demasiado. Cuanta menos ropa añadas más seca saldrá. Acuérdate también de limpiar los filtros de forma regular, eliminar las pelusas que se pueden quedar y elegir los programas más efectivos y sostenibles.
Ante todo, no caigas en el error de colocar la ropa sobre una fuente de calor. Es habitual que tengamos la imagen de la casa de nuestros mayores con la ropa sobre el radiador u otras fuentes de calor. Esto es un error, ya que esta fuente de calor externa tan directa daña las prendas y además puede provocar malos olores, hongos, etc.
Siempre que puedas, pon la ropa en una habitación bien ventilada. La ventilación es muy importante para que, gracias a la circulación del aire se elimine la humedad y podamos secar la ropa de un modo más rápido y oportuno.
No apiles la ropa y separa bien unas prendas de otras para que no se retroalimenten unas de otras con esa humedad con la que salen de la lavadora.
Es muy importante que sigas con tu rutina de coladas para que no se te amontene la ropa pendiente por lavar, pero también te recomendamos que tengas en cuenta el espacio que tienes disponible en el tendedero, porque es peor todavía que se quede la ropa amontonada y mojada.
¿Qué puede pasar si dejamos la ropa húmeda durante mucho tiempo?
El problema de que la ropa se quede mojada mucho tiempo ya no solo es que nos ralentice a la hora de tener nuestras prendas disponibles, también puede estropear la ropa y provocar malos olores e incluso moho. Cuando la humedad se queda durante mucho tiempo atrapada en las fibras de nustras prendas (especialmente en aquellas más gorditas), pueden proliferar bacterias y hongos, algo que daña nuestra ropa, genera malos olores, afecta a su durabilidad e incluso puede llegar a provocar problemas de salud.
Es muy importante cuidar nuestra ropa, no solo por ahorrarnos que se estropee, también para mejorar la salud de nuestro hogar y de nuestra familia, reducir los tiempos y evitar gastar dinero de más cada temporada.