Las vacaciones fuera del hogar es un momento que millones de personas en todo el mundo esperan cada año. Ya sean muchos o pocos días, el proceso de elección de lugar y las formas en que se disfrutará del tiempo libre es muy interesante de afrontar y posee muchas alternativas a tener en cuenta. Por ejemplo, una de las últimas tendencias en aparecer en el mercado son las tienda glamping.
El acampar es una actividad clásica que durante décadas se ha mantenido inalterable. Aunque tiene la ventaja de simplificar la planificación y ahorrar mucho dinero en las vacaciones, la falta de comodidades lleva a que muchas personas renuncien a ella, especialmente a medida que se tiene más edad. Así, modelos como una tienda safari han llegado como una opción de lujo que recupera las facilidades de una casa u hotel.
Vacaciones fuera del hogar sin limitaciones
Para los que no están al tanto de esta nueva moda, todo se reduce a tener una experiencia de vida similar a la de una casa pero sin perder el contacto con la naturaleza, manteniendo de esta forma la sensación real de camping. El consumidor consigue de esta forma una vivencia única pero con el confort de su propio hogar.
Entre las características de estas tiendas glamping se encuentra una estructura basada en madera que da más protección, desde un suelo con machihembrado y paredes con armazón de madera con cinta de espuma que también ayudan a mantener una mayor privacidad en la división de las distintas habitaciones.
Además de la lógica eliminación de carpas que haya que cargar o armar, las facilidades incluyen olvidarse de tener consigo muchos elementos esenciales, tales como sacos de dormir, pues en su interior hay camas convencionales. También durante la noche se evita pasar frio al tener una estructura que puede cerrarse por completo.
A diferencia de las clásicas tiendas que obligan a las personas a estar constantemente agachados, aquí sus mástiles resistentes posibilitan elevarse hasta por encima de los 2,3 metros de altura, mientras que no faltan ventanas que pueden abrirse y cerrarse de distintas maneras, división de espacios con cremalleras y estructuras con tejidos especiales pensados para que la misma transpire e impida que prolifere el moho con el paso del tiempo.
Como si fuera poco, no faltan construcciones que se componen de piezas independientes, abriendo así la posibilidad a expandir la tienda de campaña en el futuro en caso de que la familia o grupo de amigos se agradece, así como también sustituir una pieza defectuosa si resulta necesario.
En conclusión, esta recomendación es ideal para los amantes de la naturaleza y que buscan recargar las energías durante sus vacaciones fuera del hogar. Claro está, el confort superior necesitará de un presupuesto claramente superior al que uno está acostumbrado a la hora de acampar de manera tradicional. Tú, ¿ya has probado esta nueva tendencia “Premium”?