A la hora de interactuar con nuestros electrodomésticos, hay una función que nos gusta mucho, pero que no siempre utilizamos de forma correcta: la media carga. Hoy te contamos cuáles son las ventajas y también las desventajas de usar (o no) la media carga.
Ventajas de la media carga en tus electrodomésticos
Que todos sabemos cómo usar la lavadora o el lavavajillas, es algo que no tiene secretos. Le saquemos más o menos partido a nuestra máquina, lo cierto es que sabemos cómo utilizarla. Pero, ¿qué hay de la media carga? ¿Es una ventaja o un inconveniente? Depende de cómo la uses, claro.
A primera vista, es una ventaja, ya que nos permite ahorrar energía, tiempo y agua y así poder poner el electrodoméstico a funcionar con más frecuencia. Sobre todo si vivimos solos o como mucho en pareja, en ocasiones cuesta trabajo llenar hasta arriba la lavadora o el lavavajillas, pero no queremos tener los platos sucios mucho tiempo o queremos darle más rotación a la ropa. Otra ventaja es que, al tener menos platos o menos ropa que lavar, los resultados suelen ser más eficientes.
¡Cuidado! No todo es perfecto
Aunque el programa de media carga está pensado precisamente para que puedas usar más a menudo tus electrodomésticos y que sean eficientes, por sí solo este no es un método demasiado eficiente, ya que dos medias cargas van a consumir siempre más tiempo y recursos que una única carga completa. Por eso, acostumbrarte a poner, por ejemplo, la lavadora cuando apenas hay ropa no es un buen gesto con el medioambiente y nos va a hacer que poco a poco desaprendamos a planificarnos.
El veredicto es que, aunque la media carga es muy útil en algunas ocasiones, si puedes priorizar una carga completa, mejor que mejor.
Vía | OCU